… la nieve brillaba en los llanos y en cada cristalillo de nieve era como si hiciese tictac una manecilla pequeñísima de segundero, porque la nieve se quebraba bajo el calor del sol y se ponía de todos los colores…
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… la nieve brillaba en los llanos y en cada cristalillo de nieve era como si hiciese tictac una manecilla pequeñísima de segundero, porque la nieve se quebraba bajo el calor del sol y se ponía de todos los colores…
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… vivíamos fuera de la ciudad, fue más tarde cuando nos trasladamos a la ciudad, y a mí, que estaba acostumbrado a la soledad, cuando llegamos a la ciudad se me estrechó el mundo.
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… de todos modos los alemanes son unos locos. Unos locos peligrosos. Yo también estaba un poco loco pero a mi propia costa, y en cambio los alemanes siempre a costa de los demás.
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Y ahora sabía que aquel enorme viejo albañil de la ropa manchada de cal era Dios disfrazado…
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… de las rendijas del vagón de servicio brotaba una línea de luz, tal como algunas veces a las chicas en la piscina los pelos del pubis a través del bañador.
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… no sabía qué hacer con ella. Sabía, pero aún no había tenido esta experiencia, porque nunca había estado dentro de una mujer, salvo cuando estuve en la barriga de mi mamá, pero de eso no podía acordarme…
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… y de algún sitio en las uñas de las manos y los pies corría hacia mi cerebro un espasmo resplandeciente, de pronto todo era blanco, después gris, luego marrón, como si el agua hirviendo se hubiera retirado y se volviese fría, y en la espalda sentí un agradable dolor, como si alguien me hubiera clavado un clavo de albañil.
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¿Cuál es el órgano que trasplantan a Cora?