Pero si su hermano se consumía pensando lo que iba a hacer, Charlotte también tenía sus propias ideas. ¿Y si despertaban a todos, como había hecho Donald con ella? En un momento dado de cualquier turno sólo había una docena de personas despiertas. Los dormidos eran millares. Muchos millares. Charlotte pensó en el ejército que podían llegar a reclutar. Pero se preguntaba si Donny tendría razón, si se negarían a luchar contra sus padres, sus maridos y sus hermanos. Se necesitaba una forma de valor muy poco común para hacer algo así.
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