El gato que venía del cielo

Una novela en la que el felino, Chibi, se convierte en retratista de la sociedad japonesa. Un novela pausada en la que se dice mucho con la ausencia de palabras y sucesos.

La relación que establecen los dos protagonistas con el felino nos muestra las luces y las sombras de la vida en la casa y los sentimientos que se mueven entre el deseo de amar y el miedo a la soledad.

Está escrita de una manera descriptiva dándole importancia a los elementos cotidianos de la vida y asimismo describe ampliamente detallados los espacios.

Es muy llamativo Chibi ya que tiene un aire misterioso y parece comportarse de manera diferente a los gatos comunes. Se muestra gracioso al andar, al dormir y al jugar.

Un novela clara, simple, sencilla y hermosa.

Lectura japonesa.
Me estoy aficionando a esta literatura.

La verdad es una historia simple. No pasa nada, salvo las visitas de un gato a un joven matrimonio que acaba de mudarse.
Una novela corta que nos cuenta la relación que se establece entre la pareja y el gato de los vecinos.
El gato hace su vida de gato; entra, sale, juega, come y duerme cuando quiere.
Ellos lo esperan, le traen comida y juguetes, le preparan un lugar en la casa, le llaman por un nombre diferente. Ejercen de dueños a ratos, sólo cuando el gato quiere.
Es extraño, pero acabas encariñándote con el gato.
A raíz de este ir y venir del animal, conocemos un poco de la vida de las protagonistas y sus vecinos. Una vida común, sencilla, cotidiana.

No sé. O te gusta o no te gusta.
Me quedo con la idea de que en algún momento necesitamos cuidar de alguien, o de algo. Ya sea un gato, o quien está a nuestro lado, o un sueño que está por cumplir...

El gato que venía del cielo del japonés Takashi Hiraide es un relato poético de Chibi, un pequeño felino y su influencia en la vida sencilla de quienes lo rodean en un pintoresco y tranquilo vecindario en Tokio. Un minino juguetón amado por la pareja quienes disfrutan verlo ir y venir de una casa a otra, llegando a ser parte de su vida y rutina diaria. El narrador y su esposa enfrentan circunstancias las cuales definirán su estilo de vida adaptado a Chibi, sus andares y siempre preguntándose si ellos son sus humanos. La descripción de los lugares, incluyendo jardines, nos transporta a sitios ideales para la meditación y por qué no, el descanso gatuno. En particular, agradezco las notas de los traductores ya que mencionan tradiciones y lugares japoneses que no se encuentran en Occidente. Recomiendo El gato que venía del cielo a lectores de todas las edades y a todos quienes amamos a los mininos.