Siddhartha

Una novela corta que se caracteriza por ser uno de los clásicos universales que “se deben leer antes de morir”. Este es el primer libro que leo de Hermann Hesse, si bien su obra maestra es El lobo estepario opté por conocerlo a través de esta historia.

Siddhartha, el protagonista, se encuentra perdido, sin rumbo y sin motivaciones en la vida; eso lo obliga a desprenderse de sus raíces: familia, amigos y estilo de vida. Junto con su amigo Govinda sale para encontrar al Buda Gautama, quien comienza a ser famoso por sus enseñanzas y filosofía. Sin embargo, al conocer a Gautama, Siddhartha se siente un poco decepcionado y prefiere dejar a su amigo para seguir solo en su camino en búsqueda de su propósito.

El proceso es muy difícil, sin embargo, cuenta con una especie de habilidad que lo ayuda a sobrevivir y salir adelante: la paciencia. Eso se lo dice a quien es su primer y único amor, Kamala, una cortesana acostumbrada a una vida de lujos y comodidades, quien se enamora de Siddhartha por su carisma y valentía.

Durante su estancia con Kamala, Siddhartha experimenta los placeres de la vida pero que son dañinos para su esencia como la adicción al juego, comidas voluptuosas, obsesionarse con hacer negocios y generar dinero, aunque al principio le gustó esa vida, con el paso del tiempo se fue decepcionando de él mismo a tal punto que optó por dejar a Kamala y volver en su peregrinar.

Para no hacer spoilers respecto a lo que encuentra posteriormente en su camino, quisiera referirme a las enseñanzas que deja el libro. Sin duda abre una reflexión a la mejor manera en que el autor propone vivir la vida, dejando del lado el estrés por medir el tiempo y preocuparse por el pasado y futuro.

Siento que es un excelente libro para adentrarse o iniciarse en el budismo así como en la temática espiritual-oriental. Además, deja excelente reflexiones respecto a cómo comprenderse uno mismo y el pensamiento que uno puede tomar al sentirse sin rumbo, como es el caso de Siddhartha.

El libro está perfecto para cualquier edad, sin embargo, recomendaría que se leyera a partir de los 18 años, ya que podría servir como guía espiritual y reflexiva, además de que su narrativa es bastante sencilla de digerir, sin palabras ni sintaxis complejas, por lo que la lectura fluye de una excelente forma.