Después de toda una vida luchando en los Tercios de Flandes, Gonzalo García trabaja como alguacil en Madrid, concretamente en el barrio de Lavapiés. Se encarga de investigar una serie de crímenes en teoría no relacionados entre si y para ello cuenta con la ayuda de Fray Diego, un dominico retirado en su convento. Aportan respectivamente fuerza e inteligencia. Es una novela de intriga policiaca ambientada en el Madrid del siglo XVII. Aparte de la propia trama resulta muy interesante la descripción que hace Pedro Herrasti del Madrid de los Austrias, lo cual incentiva a estar consultando planos de Madrid de esa época.
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