Ailoveny Güats

Cristina Morales, en el prólogo a esta novela, sostiene que la literatura debe ser tan temible que nadie quiera casarse con ella. Con esto en mente, leer Ailoveny Güats es un atentado contra el neoliberalismo y el estado del bienestar. No pongáis resistencia, adentrarse en sus páginas es sumirse en un sueño profundo y agradable del que no despertaréis ni querréis despertar. Después de Ailoveny Güats nada acabará con vosotras ni con vuestro deseo. Porque las palabras de Ailoveny, y las nuestras, les quitarán las ganas a nuestros detractores y a nuestras detractoras de responder.

Ariadna, que así se llamaba antes de convertirse en Ailoveny, se declara en huelga contra los beneficios productivos que se deducen de su existencia en el momento en el que su crecimiento es inminente, cuando los huesos de su cadera ensanchan y sus pechos aumentan. Considera prudente dejar de comer, y comienza así una lucha interminable contra su condición de objeto de deseo y sacrificio. Deja de comer para que su cuerpo le pertenezca solo a ella, pero las quimeras neoliberales y patriarcales son más fuertes que la convicción primero de una niña y después de una mujer.

Ailoveny desentierra el mito de la p.uta gratis, aquella que cae del lado del horror o del humor porque la ferocidad del deseo es aniquilada por las estructuras mercantiles orientadas al progreso. El deseo es una patología femenina; las mujeres que desean son histéricas que deben ser tratadas. En su libro, Ailoveny Güats explora el deseo femenino y su acepción o rechazo violento en la sociedad. Si buscáis una lectura fácil, este libro no es para vosotras. Si buscáis un libro que os haga replantearos el debate regulacionistas/abolicionistas, ni lo dudéis.

¡Hola lectoras!

En esta novela, Ariada, nuestra protagonista nos cuenta su vida en un pequeño pueblo de Alicante, Alcoi. Allí vemos su relación con Daniela, su vecina, y sus compañeros de instituto. Sin embargo, debido a la muerte prematura de su padre se trasladó a Barcelona, donde ejerció la prostitución. de esta forma, de forma autobiográfica, Ailoveny nos muestra, de forma muy rigurosa, el mundo de la prostitución, la inmigración, las relaciones y la libertad.

La prostitución es una antigua práctica social que ha experimentado cambios profundos en las últimas décadas. La globalización neoliberal ha cambiado el rostro de la prostitución, pues de ser una realidad social reducida se ha convertido en una gran industria global que moviliza miles de millones de euros anuales. Por ello, la prostitución del siglo XXI es el resultado de la convergencia entre los intereses patriarcales y los neoliberales. Esta práctica no sólo es el resultado de la dimensión más perversa del libre mercado sino también un test que revela la tensión y la lucha entre la esclavitud y la libertad, el capitalismo neoliberal y los proyectos políticos emancipadores, las estructuras patriarcales y las demandas feministas.

Queda claro que la prostitución sirve como un soporte del control patriarcal y de la sujeción sexual de las mujeres, con un efecto negativo no solamente sobre las mujeres y las niñas que están en la prostitución, sino sobre el conjunto de mujeres como grupo, ya que la prostitución confirma y consolida las definiciones patriarcales de las mujeres, cuya función primera sería la de estar al servicio sexual de los hombres.

En esta novela vemos, pues, cómo las mujeres prostituidas son despojadas de cualquier singularidad y se presentan completamente despersonalizadas. Su valor para la prostitución nada tiene que ver con sus sentimientos o con su inteligencia, únicamente su cuerpo es el objeto de interés masculino.

Con todo ello, queda claro que no se trata de una lectura convencional, ni mucho menos. Por ello, si buscas una lectura sencilla y tradicional, con presentación, nudo y desenlace, esta no es tu historia. Si por otro lado, esos aspectos te dan igual y te interesa la temática que se trata en esta novela, tienes que darle una oportunidad.