El lector de Julio Verne

Cuando termine de leer los Episodios tendré millones de cosas que agradecerle a Almudena Grandes y una de ellas es el haber creado a Nino, el niño que me ha llenado de ternura y ha conseguido robarme el corazón.
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Nino tiene nueve años, es hijo de guardia civil y vive en una casa cuartel en la España de posguerra. Un tiempo en el que la Guerra Civil se creía terminada, pero seguía resonando en pueblos pequeños en los que la sierra era escondite y refigio de los rebeldes al Régimen Franquista. A Nino le tocó crecer rodeado de violencia e injusticia y es él mismo el encargado de contarnoslo.
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Leer este libro es querer traspasar el papel y proteger a Nino de las noches en esa casa cuartel en la que los gritos y los golpes solo los acallaban los cuentos inventados. Acompañarlo por el sendero que le llevaba a la casa blanca, bonita, pequeña y limpia de doña Elena para beber de su sabiduría de maestra entregada y de su gran amor por la lectura y ser testigo a su lado, de los amores clandestinos que encontraban refugio en la sierra.
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Con este libro he respirado la atmósfera de odio, miedo y rencor que envolvía a la España de posguerra y he vuelto a encontrar personajes grises, llenos de luces y sombras, que no siempre entiendo, pero que reconozco muy reales.
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"Ines y la alegría" jugaba con el factor sorpresa que implica enfrentarse a una nueva autora y convirtió su lectura en una experiencia única, pero "El lector de Julio Verne" me ha devuelto lo que sentí leyendo el primero de los Episodios. Este libro me ha acariciado el corazón y me lo ha destrozado a partes iguales. Leedlo