Creo en una cosa llamada amor

Si, todas las excentricidades eran graciosas, los clichés algo agotadores y el drama demasiado dramático. Pero al final. Se trataba de personas que se mantenían unidas en la dicha y la adversidad, aun sin saber si funcionaría. Amor verdadero: se trata de tomar riesgos y tener fe.

Esta es la cuestión: un beso es lo máximo, lo entiendo. En los dramas coreanos se tardan mil millones de capítulos para llegar a él, y luego se repite una y otra vez desde cincuenta ángulos diferentes. Y el beso es tan puro y discreto que casi es cómico en comparación a lo que la audiencia típica de Occidente está acostumbrada: Besos con la boca abierta, acompañados de respiración pesada y manos. Pero los dramas entienden también la importancia de la dulzura del momento. Y toda la anticipación del cortejo. En toda esa cantidad de episodios se construye una tensión tan tirante que cuando los labios se encuentran, ya estas muriendo.

…las historias podían ser poco originales y extremadamente estereotipadas, por momentos. Pero con los personajes fuertes, todo funcionaba. Personajes por los que alentabas, aquellos a los que odiabas con las fuerzas de mil solos, los que te enamoraban por completo, los que envidiabas y los que lograban que te preocuparas. Eran más reales que todo aquello que los Oscares nos habían dado.

Las cosas inesperadas suceden. Pero lo que realmente nos define es cómo reaccionamos a ellas, como aprendemos y evolucionamos

Amor verdadero: se trata de tomar riesgos y tener fe. No existen las garantías.

Si piensas en la vida como una serie de imágenes nostálgicas dispuestas en un montaje que va en cámara lenta, te perderás muchos de los fragmentos aburridos.

No puedes controlar a quién amar, Desi, pero sí puedes controlar cuán duro lucharás, ¿de acuerdo?

Y ese fue el momento en el que me di cuenta de que él era la persona de la que quería ser novia. Y finalmente entendí lo que esa palabra significaba. Era mucho más que tomarse de las manos y robar besos. Era compartir tu propio ser con alguien que lo mereciera.

Tomarse de la mano no era que uno hacía por la emoción del momento, era una acción que realizabas mientras pensabas, tenía un propósito: declarar de forma pública el tipo de relación entre ambos.

Eso es basura sexista. Cuando ustedes, los chicos, atraviesan obstáculos para conseguir a una chico, se lo considera romántico. Piensa sobre trepar la ventana de una chica, sin previo aviso, para verla dormir. Sin embargo, cuando una chica es la que hace esos gestos dramáticos por un chico, es espeluznante. ¡Basura de doble moral!