Miradas de humo: La detective

¡Hola, hola! ¿Qué tal lleváis este fin de mes? Madre mía, las vacaciones se me han pasado volando y parece que empezaron ayer, pero no, ya casi están a punto de acabarse. Dentro de poco os hablaré en un post de cuales son mis intenciones de cara a la nueva temporada y si cambiarán las cosas por aquí o no, pero bueno, hoy os dejo con uno de los últimos thrillers que he leído y que me ha mantenido enganchada en estos días.

Miradas de humo es un libro corto que se lee en un suspiro y que engancha desde la primera página. Ha sido mi primera vez leyendo a esta autora y la verdad es que ha sido una muy buena experiencia y como tiene otros libros, seguramente termine leyendo también esos títulos. Pero bueno, que ya me estoy enrollando con otras cosas.

Nos encontramos de lleno en medio de un asesinato ocurrido en Madrid y cuyo cadáver ha sido abandonado en las inmediaciones del Museo del Prado. La policía, junto a la científica, pronto empiezan a darse cuenta de que ese caso no es algo normal y quizás estén detrás de algo más organizado. No hay pistas, no hay huellas y la persona asesinada no estaba metida en ningún problema.

Todo cambia cuando aparece un segundo cadáver en las mismas circunstancias. El inspector Diego, nuestro protagonista, lo único que quiere es descubrir quién o quienes están detrás y cuanto antes mejor; pero en su camino se cruzará Julia, una detective privada, que además es una de las mejores amigas de la primera persona asesinada.

Al principio Diego no confía en ella ni la quiere en el caso, pero Julia le demuestra que puede averiguar cosas que quizás él no pueda y que es muy buena en su trabajo, por lo que pronto empiezan a trabajar codo con codo. Cuando Julia descubre que quizás haya algo mucho más turbio detrás de esos asesinatos, no dudará en infiltrarse en la secta aunque ello signifique ponerse en peligro.

No puedo contaros más cosas de la trama, pues sería contaros toda la historia y entonces no tendría gracia la historia. Sí que es verdad que desde el principio vas a descubrir o intuir quiénes pueden estar detrás de todo y que en ese sentido no hay demasiada sorpresa, pero es que el libro engancha y hasta que no lo acabas no dejas de leer, sobre todo por querer saber las razones de esos asesinatos.

Si bien es cierto que he leído varios thriller a lo largo de mi vida, creo recordar que ninguno de ellos eran sobre sectas y menos sobre sectas religiosas, así que en ese aspecto estaba verde. La verdad es que algunas de las cosas me han parecido muy turbias, aunque entiendo que están dentro de un contexto.

En cuanto a la ambientación, pues básicamente sale El Museo del Prado, que al conocerlo bastante bien por vivir en Madrid me ha parecido verlo todo en directo. En cuanto a los personajes, pues la autora se centra especialmente en Julia y Diego y los dos me han gustado a su manera. En cuanto a los secundarios, hay varios, pero no los nombraré para no desvelar las sorpresas.

En definitiva, Miradas de humo es un libro que engancha desde la primera página y que nos narra una historia algo macabra y que recomiendo si te gustan los thrillers.
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Viajamos a Madrid para conocer al inspector Diego Jiménez. Además de policía a cargo de una investigación bastante peculiar teniendo en cuenta la aparición de varios cadáveres en las inmediaciones del museo del Prado, también es padre y la relación con su exmujer es bastante complicada.
Con respecto a la investigación todo es un misterio teniendo en cuenta que las víctimas no eran todas de la misma ciudad, un crucifijo, un cuadro misterioso y la aparición de los cuerpos son la gran incógnita de esta obra.
Por otra parte conocemos a Julia Soler, amiga de una de las víctimas y detective que ayudará a resolver el caso haciendo todo lo posible por encontrar a los culpables de dichos asesinatos.
Me ha encantado conocer a este personaje, su historia y su admitable valentía y perspicacia.
La estructura del libro me ha gustado mucho, ya que se alternan entre pasado y presente contando las experiencias de estos dos protagonistas para conocerlos en profundidad.
En esta novela tenemos un poco de todo, amor, amistad, religión, misterio y buenas descripciones de las ubicaciones.
Quiero resaltar la facilidad que tiene la autora para meter al lector de lleno cada situación logrando transmitir todo lo que sienten los personajes.
El final ha estado a la altura de las expectativas por lo que si buscas una novela de misterio, amena, entretenida y de rápida lectura esta es una buena opción.

¿Qué pasaría si uniésemos ambos en un único libro? ¿Qué pasaría si a una novela negra le ponemos una pizquita, no mucha, de fenómenos sobrenaturales? Pues que tendríamos una novela como Miradas de humo. La detective de Pilar González Álvarez.

En Miradas de humo nos encontramos con una serie de crímenes de los más macabros, de esos que ponen un poco los pelos de punta y preferimos no empatizar con la víctima en el momento del crimen, y que, curiosamente, son los que más nos gustan a los lectores del género. También tenemos a dos protagonistas fuertes, de los que "llenan la pantalla" y que tienen mucho que decir y entre los que hay una fuerte corriente amor-odio (aunque reconozco que en ese sentido Julia me despista un poco porque no sé muy bien por dónde tira), una investigación muy hilada, esas gotitas sobrenaturales y unos asesinatos que no son obra de un asesino normal y corriente, sino que ocultan algo más aterrador.

Todo ello es un cóctel perfecto para que, como os he dicho, la novela solo me durase dos días (y porque tenía que trabajar, que me pilla de vacaciones y no me dura más de un día). Aunque, quizá, lo único que le quitaría a la mezcla es justamente ese toque sobrenatural que tanto he comentado porque, aunque es cierto que le da originalidad, tampoco creo que le aporte mucho a la historia. Está, es parte de la novela pero no lo veo imprescindible.

En esta novela no solo queremos saber cómo, cuándo, dónde, quién y por qué se le arrebató la vida ¡y de esa forma! a esas pobres víctimas, sino que también queremos saber sobre los protagonistas, qué fue de su pasado y que será de su futuro.

Menuda alegría cuando Pilar González Álvarez me dijo que habrá más casos de Julia y Diego y que, aunque independientes, podremos seguir la evolución de estos personajes que tiene tanto que darnos.

La segunda parte, ya os adelanto, se titulará Silencios de Niebla.

No me queda más que deciros que para mi es una novela recomendadísima y que ya estoy mirando de leerle alguna de las otras novelas de la autora (y que espero con ansia que salga la segunda parte de esta).


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En los jardines del museo de El Prado empiezan a aparecer cadáveres con signos de una horrible tortura provenientes de media España.

A la investigación se une una detective privada, muy cercana a una de las víctimas, que arrastra el trauma de una infancia truncada por la pérdida y unas monjas dignas de la estirpe de Torquemada.

Pilar González Álvarez se marca una novela ecléctica: negra de tema principal y de estructura, con giros apretados por lo sobrenatural, enroscándose en terror clavado en la Historia, el Arte y la cultura religiosa católica mediterránea, por no decir española. Ahí es nada.

Con lenguaje preciso y pasajes explícitos hasta la crueldad es una novela que disfrutarán los amantes valientes del misterio.