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Viajamos a Madrid para conocer al inspector Diego Jiménez. Además de policía a cargo de una investigación bastante peculiar teniendo en cuenta la aparición de varios cadáveres en las inmediaciones del museo del Prado, también es padre y la relación con su exmujer es bastante complicada. Con respecto a la investigación todo es un misterio teniendo en cuenta que las víctimas no eran todas de la misma ciudad, un crucifijo, un cuadro misterioso y la aparición de los cuerpos son la gran incógnita de esta obra. Por otra parte conocemos a Julia Soler, amiga de una de las víctimas y detective que ayudará a resolver el caso haciendo todo lo posible por encontrar a los culpables de dichos asesinatos. Me ha encantado conocer a este personaje, su historia y su admitable valentía y perspicacia. La estructura del libro me ha gustado mucho, ya que se alternan entre pasado y presente contando las experiencias de estos dos protagonistas para conocerlos en profundidad. En esta novela tenemos un poco de todo, amor, amistad, religión, misterio y buenas descripciones de las ubicaciones. Quiero resaltar la facilidad que tiene la autora para meter al lector de lleno cada situación logrando transmitir todo lo que sienten los personajes. El final ha estado a la altura de las expectativas por lo que si buscas una novela de misterio, amena, entretenida y de rápida lectura esta es una buena opción. |
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