No suelo ser una persona que se deja llevar por la contraportada de los libros. de hecho, si puedo las evito, para así poder lanzarme a una lectura que me sorprenda a cada salto de página, preso de los hilos que el autor quiera manejar. Sin embargo, cuado tuve esta novela entre manos me sorprendió una cubierta plagada de elementos que formaban una batalla desigual. Un barco velero disparando cañonazos a un dirigible frente a la mirada decidida de un personaje lampiño armado con un arpón, rodeado de pájaros en alta mar. Con un panorama como ese, quise indagar un poco más en el crisol, y bastó un par de líneas de su sinopsis para saber si lo que tenía entre mis manos era una genialidad o, por el contrario, una locura. Era evidente que cualquiera de esos extremos invitaba a la lectura, claro. Y es que en esas pocas letras nos mostraban una ucronía en la que los zombis controlados por hechiceros vudús se convertían en la primera potencia mundial, enfrentados a un ejercito bajo las órdenes papales que estaría comandado por un descendiente del mismo Vidocq. ¿Quién no va a querer leer eso? Y eso precisamente es lo que te cuenta. Una historia que desborda imaginación, plagada de ideas delirantes en donde una resistencia formadas por hombres, devotos de creencias de muy diversas procedencias, con sus miedos, debilidades, desconfianzas y redencillas, tienen que unirse para enfrentarse a la tiranía de sacerdotes que controlan los poderosos hechizos del vudú, a sus dioses y a sus maldiciones, en un universo en donde nada es lo que parece. Ahí es donde radica la fuerza de una historia en donde lo de menos es el trasfondo. Poco importa el enfrentamiento de un hombre ante criaturas sin vida que está ahí para evitar que des un paso adelante. Lo de menos es ver como los rituales pueden crear bestias de la nada dispuestas a devorar todo aquello que está a su paso. de nada sirve saber que el propio inframundo tiene las puertas abiertas a un universo cuyas normas se redactan con sangre. Lo que importa es que, en los momentos de la verdad, aquellos presuntos valientes te mirarán a los ojos y los verás llorar al ver como sus amigos caen en el campo de batalla mientras que el coraje emerge desde el fondo del corazón de los desesperados. En esta historia lo que importa es el viaje de unos hombres que tienen que dejar de lado sus diferencias para algo tan sencillo como es el poder regresar a casa y ver si así podrán volver a cerrar los ojos. No todo es bueno, claro. El tono de la historia está muy alejado de las historias de terror que tanto me gustan y eso conlleva una sensación de oportunidad perdida ante un delirio de esos que te llevan a la locura. La novela, eso sí, es sincera y muestra sus cartas desde el inicio presentando una historia de camaradería más cercanas a las novelas de aventuras que a los entresijos del terror. Por otro lado, la multitud de personajes, creencias y secretos te obligan a mantener la atención en todo momento si no quieres perderte los pequeños detalles que dan empaque a la historia. En una historia coral como esta, es conveniente tener una libreta cercana para poder asumir el derroche de información que ocurre a cada capítulo. Pero claro, nada de eso oculta el derroche de imaginación y la apuesta firme por una historia que desborda entusiasmo en todas las páginas. Un delirio exigente en donde todo lo que imaginas puede pasar. al menos mientras los hechiceros bokor lo consientan. + Leer más |