El texto distinguido con el XVI Premio Internacional Ciudad de Orihuela de Poesía para Niñas y Niños es un singular conjunto de composiciones lúdicas, ingeniosas, imaginativas y sorprendentes. Los versos de Javier González nos remiten a las vanguardias poéticas de principios del siglo XX, entre juegos de palabras, sonidos y tipografías. Libertad creativa y un humor sofisticado con la propuesta gráfica de Lluïsot: poesía visual en sí misma, con el libro como objeto primordial.