Un thriller que atrapa desde el principio, pues no solo atrae la historia que se desarrolla en el presente, sino que esta tiene unos antecedentes complejos y con un fuerte peso en el desarrollo de la historia principal. He leído esta novela después de haber devorado Reina Roja, Loba Negra y Rey Blanco y, como era de esperar, he echado de menos sobremanera a Antonia Scott. Aunque los personajes no me han disgustado, ninguno ha alcanzado ni de lejos a Antonia. Irina ha querido acercársele desde un perfil completamente diferente, aunque también muy complejo. La novela se divide en cuatro errores o partes. Los capítulos no son muy largos y en ellos se intercalan la historia acontecida en el pasado y la actual. En definitiva, aunque me ha gustado y tiene una trama muy bien hilada y original, si tengo que elegir, me quedo sin duda con otras de sus novelas posteriores. |