El test de la margarita

Ha sido un libro que me enganchó desde el primer momento. La autora sabe como mantener la tensión y como captar la atención del lector desde el inicio de la historia con dos simples frases: "¡Dios mio! ¿Cómo ha podido pasar esto? Somos sus amigas y no hemos sabido ayudarla" y "La policía nos ha citado para declarar". Sólo con eso ya supe algo bueno venía en la historia.

La historia está compuesta por capítulos cortos, con mucho diálogo, cosa que agiliza muchísimo la lectura, y narrado en tercera persona. Llena de giros inesperados trata temas como el maltrato hacia la pareja e infantil, la pederastia, las enfermedades mentales, la frivolidad y el aparentar de ciertos entornos, las bandas latinas y el mundo de las supersticiones y el esoterismo con espíritus incluidos.

Marga, nuestra protagonista, es una mujer de autoestima bastante baja, dominada por su marido, militar de profesión, y muy supersticiosa y creyente. Vive en una urbanización de lujo que me recuerda mucho al estilo de Mujeres desesperadas, tanto en sus habitantes como en las amistades con las que se rodea, Helena, Tere y Ana, cada una con su forma de ser tan distinta pero que son una piña en lo que a amistad se refiere.

Cuando Marga se traslada a vivir a la urbanización madrileña desde Alicante con su marido y sus hijos no le hace especialmente gracia, pero cuando descubre la historia de la casa, donde murió un anciano solo que fue descubierto tiempo después y que, además, sobre él caía una sospecha de pederastia, le hace aun menos, sobre todo cuando empiezan a suceder cosas extrañas a su alrededor.

No quiero contar mucho más por miedo al spoiler, ya que el libro, primera obra de la autora, es, como yo diría, "una perita en dulce" y me gustaría invitaros a que lo descubrieráis por vosotros mismos.

Solo me gustaría resaltar, para concluir, que me ha sorprendido muchísimo la capacidad que ha tenido la autora para unir personajes y situaciones que en un principio pasan como una mera introducción para el lector pero que en realidad no lo son.

Y, ahora sí, finalizo con un adjetivo para describir este libro: BRUTALMENTE ADICTIVO