—Pero usted no la mató. Regan estaba palideciendo. Alec temió que fuese a desmayarse. Se le acercó por si tenía que sostenerla. —No, pero yo la incluí en la lista. —¿Usted qué? —La lista de asesinatos… es mía. |
—Pero usted no la mató. Regan estaba palideciendo. Alec temió que fuese a desmayarse. Se le acercó por si tenía que sostenerla. —No, pero yo la incluí en la lista. —¿Usted qué? —La lista de asesinatos… es mía. |
—¿Esa mujer perfecta tiene cerebro o es perfecta porque no lo tiene? —Naturalmente que tiene cerebro. Es muy inteligente, y muy ingeniosa, y me hace reír. Tiene una maravillosa combinación de vulnerabilidad y tozudez. Ésa es mi mujer ideal, Regan. |
La leyenda de Sleepy Hollow es un relato corto de terror y romanticismo, se desarrolla en los alrededores de...