¡Te quiero, pero más lejos de ti! He huido tanto, que necesito contemplar el mar para poder evocar el temblor de tu boca.
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¡Te quiero, pero más lejos de ti! He huido tanto, que necesito contemplar el mar para poder evocar el temblor de tu boca.
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¿Dónde vas, amor mío, ¡amor mío! con el aire en un vaso y el mar en un vidrio? |
No te busco. Te tengo a ti. Estás aquí entre mis manos, en este mismo instante, y no me puedes cerrar la puerta porque vengo mojado de por una lluvia de cinco años. Y porque después no hay nada, porque después no puedo amar, porque después se ha acabado todo.
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Y una mirada antigua. Una mirada que se parte como el ala de una mariposa seca.
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En mi pueblo había un muchacho que subía a la torre de la iglesia para mirar más de cerca a la luna, y su novia lo despidió.
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Yo vuelvo por mis alas dejadme volver. Quiero morirme siendo ayer. Quiero morirme siendo amanecer. |
La lluvia es hermosa. En el colegio entraba por los patios y estrellada por las paredes a unas mujeres desnudas, muy pequeñas que lleva dentro.
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No influye lo más mínimo en mi carácter. Soy yo. Pero tú no puedes comprender que se espere a una mujer cinco años colmado y quemado por el amor que crece cada día.
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Me gusta tanto la palabra recuerdo. Es una palabra verde, jugosa. Mana sin cesar hilitos de agua fría.
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¿Cuáles fueron las primeras influencias que distinguen la lírica del autor?