El nido de la araña

Nunca se valora la importancia de las situaciones imprevistas cuando de ellas depende el éxito o el fracaso de un plan.

Una rendija al exterior te vuelve vulnerable.

Una vez descartado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad.

Estar furiosa es una buena señal porque significa que no te han derrotado. Debemos estar furiosas, iracundas, pero no tristes, porque estamos luchando, no nos hemos rendido.

La única fidelidad posible era a uno mismo.

A veces el mal menor también era terrible.

Para obtener un resultado diferente, hay que pensar de forma diferente.

La adversidad era la mejor maestra. Enseñaba a no dar nada por supuesto. A valorar lo que se posee.

No todo el mundo tenía un precio. Yo no estaba a la venta.

La música le daba sentido al tiempo.