El nido de la araña

Tuve un ramalazo de desconfianza: así era como reaccionaba a la amabilidad. Me desconcertaba tanta solicitud sin motivo aparente.

Podemos vivir en el momento que cambiará nuestro rumbo para siempre sin ser conscientes de ello.

El orgullo termina donde empieza el hambre.

Hay decisiones difíciles pero irremediables. Alguien tiene que tomarlas.

Una persona enfadada comete errores con más facilidad.

Una vez descartado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad.

Hay acontecimientos que solo cobran sentido desde el presente, solo al echar la vista atrás, al calibrar las consecuencias que determinada decisión ha acarreado, se descubre su trascendencia.

¿Podemos vivir el momento que cambiará nuestro rumbo para siempre sin ser conscientes de ello?

Una primera concesión conduce de forma inevitable a la siguiente.

La vida está hecha de cosas que pueden perderse.