¿Quién es Olimpia Wimberly?

Hoy os traigo mis impresiones de la última novela de María Frisa, que nos llega de la mano de Ediciones B. Una lectura de la que he disfrutado gracias a una lectura simultánea organizada por #Yincaneras, dándome la oportunidad de estrenarme con una de las autoras españolas reconocida con numerosos galardones y que se caracteriza por un estilo narrativo fresco y con grandes dosis de humor.

Estamos ante una novela en la que se desarrolla una trama de misterio que arranca de forma muy visual y cargada de mucha acción. Olimpia Wimberly que lleva años dedicada a solucionar “crisis”, se encuentra en plena misión de rescate junto a los miembros de su equipo clandestino. En una fecha, que como pronto descubriremos, simboliza una enorme cruz roja en su calendario y que la lleva a cometer las mayores locuras. Por primera vez, tras una misión, queda inconsciente y tiene que ser hospitalizada.

Por otro lado, tenemos a un escritor, del que no sabemos nada, pero que lleva más de treinta años de su vida secuestrado. Arrancamos justo el día en el que consigue escapar de su cautiverio, tres días antes del temido 20 de marzo, para acabar hospitalizado al borde de la muerte, en el box contiguo al que ocupa Olivia. Es allí, donde el anciano indocumentado y sin huellas dactilares la reconoce y la llama por su nombre, lo que la llevará a preguntarse: ¿Quién es?, ¿De qué la conoce?…

En capítulos alternos iremos conociendo pasajes presentes de la vida de ambos, para dar paso a una trama de suspense que se va tejiendo entre dos líneas de tiempo y que irá ganando en intensidad. Con una narrativa omnisciente, sencilla y de ritmo ágil, nos moveremos entre un presente y un pasado, que nos invita a elaborar nuestras propias hipótesis en torno a cuestiones tales como ¿Cuál es el nexo de conexión que existe entre ambos?,¿Qué se oculta bajo aquella siniestra simetría del 20 de marzo?, ¿Por qué impedir que el anciano pueda ser identificado?…

Para dar respuesta a estos y muchos otros interrogantes, necesitaremos sumergirnos de lleno en un pasado del que Olimpia huye cada vez que aquel mal sueño vuelve a alcanzarla. La vida de Olimpia es una huida continua. Aunque esta vez en su mente hay una lucecita que no deja de parpadear. La misteriosa muerte de aquel desconocido y la posibilidad de que guarde algún tipo de relación con su madre, la llevará a enfrentarse por primera vez a su pasado y descubrir cuál es su verdadera identidad.

En la actualidad, nos trasladamos a Washington D.C., donde conocemos a una Olimpia que se nos muestra como una mujer solitaria e inteligente a la que le gustan las emociones fuertes, aunque tiene su propia kryptonita: “su pesadilla”. Junto a Olimpia, conoceremos al resto de integrantes del equipo Wimberly: Jacob, EriKa y Blake; tres personajes que se muestran algo recelosos de ir más allá de lo meramente profesional. Además, conoceremos a su tía Carlotta, una mujer enigmática rebosante de lujo y excentricidad, con la que Olimpia vuelve a sentirse como una niña. Aunque si hay un personaje que me ha conquistado, ha sido Liam, uno de los cuatro exmaridos de Olimpia; un doctor comprometido, sensible y empático con los demás.

En un pasado, allá por los años ochenta, nos adentraremos en las legendarias noches del neoyorquino Studio 54. Un mundo de libertad y frenesí, al que acudían las grandes celebridades del momento y unos pocos privilegiados. Será allí donde conoceremos a Pía, la madre de Olimpia, y a Robert Kerr, aquel al que acusarían de su brutal asesinato. A través de un relato en el que se nos desvelará algunos de los acontecimientos que son clave para ir atando cabos y que nos permitirán ir un paso por delante de la investigación que Olimpia y su equipo llevan entre manos.

Sin querer daros más detalles con los que pueda desvelaros la trama, os diré qué es una novela repleta de giros y secretos que os mantendrá enganchados hasta el final. Los capítulos son cortos y fluidos y vienen llenos de curiosidades y de algunos datos interesantes que aportan un valor extra a la novela. Además, nos encontraremos algunos capítulos que vienen encabezados con algunas citas célebres rescatadas del famoso libro de estrategia de “El Arte de la Guerra” de Sun Tzu. La obra que inspiro a grandes figuras históricas y que ahora viene a convertirse en el libro de cabecera de Olimpia y el método Wimberly.

En cuanto a sus personajes, están caracterizados de forma que se nos da cierta libertad para idear su personalidad. Así se nos presentan algo recelosos y misteriosos, aportando mayor suspense a la trama. No obstante, María sabe cómo trazar situaciones que nos irán arrojando pistas a cerca de sus personalidades. Por otra parte, tengo la impresión de que es posible que María nos sorprenda con una segunda entrega y que esta sea el inicio de una saga, en la que Olimpia y su equipo nos desvelaran todo su potencial.

En definitiva, es una novela que me ha sorprendido muy gratamente e incluso ha superado mis expectativas. Su autora ha sido todo un descubrimiento para mí, no solo ha conseguido engancharme a la trama de misterio, sino que me ha hecho disfrutar de muchos momentos llenos de humor, así como me ha enriquecido con tantas curiosidades. Razón por la que os recomiendo su lectura no solo a los amantes de la novela negra sino a todos los lectores en general.
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La novela que presentamos hoy tiene un comienzo particular, ya que nos sitúa in media res de uno de los trabajos que efectúa nuestra protagonista. La historia continúa y se nos presenta como una novela negra en la que nuestra protagonista falla por primera vez en su trabajo, y la causa se ve más o menos clara desde el principio: su familia.
Será partir de aquí cuando la historia se lance y comencemos la investigación quién es el hombre que ha encontrado a Olimpia al despertar en el hospital y qué relación tiene su familia con él. Para ello, la investigación del presente y el futuro será crucial.
Un pasado que hizo historia
De este modo, lo primero que llama la atención es esa redacción en dos tiempos, casi alternando capítulos, en la que se nos cuenta por un lado la investigación de nuestra multimillonaria excéntrica y, por otro, la historia de la vida de su madre. Así, el título adquiere una nueva dimensión, no solo queremos saber quién es nuestra Olimpia, sino también quién fue aquella Pia de la que tanto se habla.
Por ello, el recorrido de la investigación se va bifurcando y encontramos a otros personajes como Jacob, el encargado de la informática del grupo de Olimpia, que irá realizando sus investigaciones paralelas. Esto no entendáis que dificulta la historia, sino que la enriquece y, sobre todo, ayuda al lector a poder formular una hipótesis de lo que ha sucedido y sucedió.
Además, en esa investigación, es muy interesante esa narración del ambiente de los sesenta y setenta, con la explosión cultural americana, y la mención a grandes celebridades que pasearon su modo de vida por las calles de Nueva York.
Diferentes ritmos
Quien me lee ya sabe que para mí el ritmo de una narración es importante, y este no tiene por qué ser rápido o lento, sino bien medido. En este caso, creo que la novela comienza un poco parada, es cierto que con la intención de que queden claros los personajes, las relaciones y las circunstancias, pero, para mí no ha dejado de tener cierto puntillo de monotonía.
No obstante, de manera muy curiosa, eso no impedía que siguieras leyendo, es más la trama en sí provoca cierto tipo de enganche, conseguido, creo, gracias a que todos los personajes en menor o mayor medida están intentando resolver el interrogante del título, por lo que tú como lector te implicas en esa averiguación quieras o no quieras.
Además, cuando pasas esos capítulos iniciales, la historia se lanza gracias a los acontecimientos que van sucediendo, que no resultan precipitados, pero sí a buen tempo, y a la historia de ese pasado de lujo que nos fascina por lo lejano y a la vez tan cercano en el tiempo de ese mundo.
Resolución y personajes
Finalmente, otra de las cosas que me ha gustado de la novela ha sido el estilo que utiliza la autora. No había leído antes a María Frisa y, la verdad, la sencillez con la que narra y las pequeñas metáforas que nos va dejando para caracterizar los comportamientos de los personajes me han fascinado. Por poner unos ejemplos poco comprometidos, el personaje de Carlota, la tía de Olimpia, es todo un croquis de sutilidades y referencias que se van descubriendo poco a poco; Jacob manipula, por ejemplo, sus plantas, como intenta componer y descubrir la vida de las personas, ejerciendo la tensión justa para conseguir lo que quiere. En este sentido, sí veremos que los personajes son ligeros manipuladores del resto, pero gusta, ya que eso es lo que conforma y ayuda al lector a averiguar (incluso antes) lo que está pasando.
En este sentido, personajes y resolución me han gustado, aunque no dejo de pensar que los he calado antes de tiempo. En cualquier caso, el mundo descrito en uno y otro lado es tan fascinante y con tantas sutilidades, que poco importa que seas consciente pronto de algunas cosas.
Con prometedor futuro
Lo cierto es que me ha encantado descubrir a la autora y sobre todo a su personaje de esta manera. La novela parece el inicio de una saga de autoconclusivas con Olimpia de protagonista y espero que sea así, porque María Frisa ha hecho un personaje con una personalidad arrolladora y una contextualización muy interesante.
Ante este nacimiento, teniendo en cuenta que la novela engancha en muchos planos, diálogos, personajes y misterios, creo que no puedo sino recomendaros que os lancéis a ella. Las particularidades de la narración, además, son puntos que definen a nuestra excéntrica investigadora, así que disfrutemos de ellos y desentrañemos el misterio de Olimpia. Espero que os animéis con ella.

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La novela comienza en plena misión: Olimpia y su equipo están intentado rescatar un huevo de un nido. Algo sale mal y Olimpia resulta herida. Es llevada al hospital y, por suerte, allí consiguen reanimarla. A su lado se encuentra un anciano que parece muy enfermo y que da la impresión de reconocerla pues la llama por su nombre. Sin embargo, ella no le conoce de nada. El anciano ha sido encontrado medio muerto e indocumentado y la policía piensa que es un indigente. Pero cuando ven que no tiene huellas dactilares, que no hay rastro de alcohol ni drogas en su sangre, se dan cuenta de que hay algo más. Y lo que descubren, el saber quién es, da un vuelco a toda la historia (de Olimpia incluida)

En “¿Quién es Olimpia Wimberly?” María Frisa nos presenta una novela un poco diferente de las otras dos que yo había leído. Una novela menos negra y menos thriller, con un alto componente de secretos familiares. La historia se cuenta en dos planos temporales. En el del presente veremos a Olimpia, una mujer adulta y adinerada, proveniente de una familia de dinero de toda la vida, que tiene una galería de arte pero que también se dedica a “otras cosas”. En una de esas misiones especiales está cuando comienza el libro; como he dicho antes, intentado sacar un huevo del nido (tendréis que leer el libro para saber a qué me estoy refiriendo). En esta trama del presente, Olimpia tratará de averiguar quién es el anciano y qué ha pasado con él. En la trama del pasado conoceremos a la madre de Olimpia, que tiene el mismo nombre. Olimpia senior, Pía, tuvo una vida fascinante en un Nueva York loco y murió joven y asesinada: su propia hija encontró su cadáver.

Las dos tramas se van entrelazando constantemente. al ir conociendo nosotros de primera mano lo que ocurrió en el pasado, nos vamos adelantando a la trama del presente: siempre iremos un paso por delante de Olimpia. Por eso y por otras cosas, la intriga está bastante diluida. La novela es previsible en cuando al elemento esencial; no obstante, para mí esto no ha sido un “pero” ya que creo que en ningún momento la autora ha pretendido sorprender con ello. Me da la impresión de que lo importante no es quién, ni cómo ni por qué sino el proceso por el cual Olimpia va descubriendo en el presente lo que ocurrió en el pasado. Por eso, aunque hay crímenes (un asesinato y un secuestro), creo que no estamos propiamente ante una novela negra sino ante una novela de secretos familiares con un punto de intriga pero que no pivota todo en torno al misterio. Eso no quiere decir que no haya alguna sorpresa ni giro argumental porque sí las hay y una en concreto me cogió desprevenida, no me lo esperaba. Pero lo principal, repito, no es difícil de adivinar.

Toda la trama transcurre en Nueva York aunque resulta más interesante en cuanto a los escenarios la del pasado que la del presente. Cuando Pía era joven eran los años ochenta, años de música, drogas y rock and roll, que Pía y sus amigos vivieron a tope, conociendo a personajes y estando de fiesta en lugares emblemáticos por todos conocidos.

Los personajes me han gustado bastante. En el presente destaca Olimpia y uno de los miembros de su equipo, un hacker que se mete en todos los mundos virtuales y que sabe todo de todos. En el pasado hay un trío protagonista formado por Pía y dos admiradores, un escritor de éxito y un joven miembro de una rica familia. Por supuesto, hay muchos más personajes, algunos actúan en ambas tramas, presente y pasado.

La novela está dividida en capítulos sin titular de corta extensión. Todos ellos llevan por título el nombre de la persona o personas que los protagonizan. Los capítulos del pasado están escritos en cursiva para diferenciarlos de los del presente (aunque, realmente, no habría confusión posible pues las historias son bastante distintas). Es siempre un narrador omnisciente quien nos cuenta la historia. En la novela se combinan adecuadamente la narración y el diálogo y la historia avanza con un ritmo medio. No es un libro para devorar, no es un thriller, pero a mí me ha enganchado desde el primer momento hasta el último. La lectura es sencilla y fluida y la alternancia de tramas la hace más amena además de permitir al lector adelantarse a la trama del presente.

Conclusión final

Me ha gustado. He disfrutado con su lectura y, a pesar de ser previsible , me ha mantenido absorta y entretenida durante todas sus páginas.
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reconocida autora María Frisa nos lleva hasta Nueva york con ¿Quién es Olimpia Wimberly? Un thriller que te llevará de la altas esferas de Washington D.C actual hasta Nueva York de los años ochenta en un ambiente de lujo, desenfreno, amores prohibidos y secretos inconfesables.
Olimpia tiene un trabajo algo especial, lidera un grupo al margen de la ley con el que resuelven secuestros. En una de esas misiones, Olimpia resultará herida por primera vez en una misión lo que la llevará al hospital. Como dice la sinopsis allí encontrará a aun anciano que la llama por su nombre, un anciano que carece de huellas dactilares y que nada se sabe de él.
Pero este anciano acaba de escapar de un encierro de más de treinta años, desorientado acaba con sus huesos en el hospital donde se encontrará con Olimpia. ¿ pero quien es este anciano?, ¿de que la conoce? Unas preguntas que se irán ampliando cuando el anciano muera y descubra que era el asesino de su madre. Olimpia recurrirá a su equipo e investigaran quien es en realidad Robert y quien lo mantuvo secuestrado tanto tiempo.
No quiero contaros más sobre la trama de la novela ya que María logra ir tejiéndola para que acabemos enredados entre sus paginas para saber quien es Olimpia en realidad.
La historia está contada en la actualidad y en los años ochenta cuando la madre de Olimpia estaba viva. En el pasado conoceremos a Pía la madre de Olimpia y de como conoce Robert. Viviremos los desenfrenos de las fiestas del estudio 54, los amores prohibidos y los amores por conveniencia.
Una historia con unos personajes bien tramados. Robert el escritor acusado, de matar a la madre de Olimpia, Carlotta la hermana de Pía , Aaron su marido … cada uno de los personajes aportan mucho a la historia haciendo que ningún cabo quede suelto.
Una trama que si bien es verdad no me ha sorprendido con un giro extremadamente inesperado me ha mantenido enganchada hasta el final.
En conclusión, un libro que te descubre que un secreto no se puede mantener oculto treinta años. Muy recomendado a todos los amantes de un buen thriller que a mi apenas me ha durado 48 horas.

Esta novela es un thriller peculiar, cargado de suspense y de secretos, ideal para que el lector se haga un montón de hipótesis. Sin duda, es Olimpia Wimberly quién maneja los hilos en esta historia. Su pasado y su presente se unen de una manera casual, y todo lo que conoce de ella misma hasta el momento se desmorona. Investigar es su trabajo, llegar a la verdad, su vocación.

La novela ha conseguido sorprenderme. Sus personajes son carismáticos, creíbles,con intención. La trama engancha y consigue tener ese halo de novela policiaca de antes pero rejuvenecida a la vez,fresca. La autora ha sabido encajar a la perfección los elementos más clásicos del género con una visión más actual.
No es la típica novela con ritmo frenético. Todo va sucediendo in crescendo, todos los capítulos tienen algo que contar y un enfoque concreto. Tiene una mezcla de muchos géneros, pero cada uno en su justa medida y en el momento preciso. Además, este libro tiene menciones hacia otros libros enlazados en su historia,muy interesante este aspecto y otro punto a su favor.

Me ha dado la sensación de que puede ser el inicio de una saga o serie de libros, pero esto es una suposición mía. Si fuese así no me importaría, porque el personaje de Olimpia me ha tenido absorbida y hay otros secundarios como Jacob o Liam que creo que tienen mucho que aportar. No me importaría seguir leyendo sobre ellos.

Una novela que recomiendo para todos los gustos lectores.