Esta novela, publicada en 1963, se considera el primer thriller psicológico moderno y ha sido fuente de inspiración de infinidad de novelas. Desafortunadamente, algunos criminales también lo tomaron como modelo. «El coleccionista» cuenta la historia de Frederick Clegg, un hombre solitario y bastante peculiar, que trabaja en el ayuntamiento de su ciudad. Clegg sólo tiene dos pasiones: coleccionar mariposas; y espiar a Miranda, una joven y bella estudiante de arte. Un buen día le toca la lotería y decide comprar una casa en un paraje remoto, alejado de la civilización. A partir de este momento, sin ser del todo consciente de ello, empieza a planear la manera de raptar a Miranda y de recluirla en la antigua bodega situada en el suterraneo de la casa. Allí, durante semanas, podrá admirar y adorar a su antojo a su mariposa más codiciada. Lo mejor de este relato es cómo el autor consigue que conozcamos la historia desde los puntos de vista del captor y de la cautiva. Sin ninguna duda para mí la parte más interesante (también la más dura) es la de la joven estudiante. A través de su diario, conocemos los sentimientos que tiene desde su cautiverio y los cambios que, fruto de su desesperación, se dan en su mente. Además de sentir miedo y odio por Frederick, también llega a sentir compasión por ese hombre que es incapaz de sentir nada de verdad y que no se atreve siquiera a tocarla. Esta es una historia inquietante que mantiene en vilo al lector, quien no puede dejar de leer hasta saber cómo terminará esta cruel historia. Sin duda, aunque hoy ya no parezca una novela muy original, hay que concederle a Fowles el mérito de haber sido el precursor del género. + Leer más |