Franco Forte es un escritor algo conocido en su casa, fuera de ella, hasta el cartero hace cara rara cuando ha de entregarle la correspondencia. ¿Recién mudado? Si, llegué en el 78. No sé de donde sacará la inspiración Edhasa para publicar estos libros, puestos a arriesgar, hagámoslo con los de casa. Después acaban saldándolos y yo comprándolos, por precio y título, ¡cómo dios manda! La compañía de la muerte se hace de rogar más que el séptimo de caballería y mientras ellos se lo piensan, el autor nos entretiene con una ficción histórica. La novela narra la invasión de Italia por parte de la tropa imperial del sacro emperador germánico, románico, apostólico y todos los Santos y vírgenes que os apetezcan, Barbarroja, Fede para los amigos, así no lo confundimos con el pelambreras otomano de idéntico apodo. No deja de tener guasa que mientras los almohades nos montaban un buen lío en Alarcos, el pelirrojo pusiera su empeño en conquistar tierras cristianas. Yo les diría a los europeos que somos lo que somos porque los españoles aparte de muy brutos, los teníamos muy bien puestos. Antes de los borbones, claro. Me vine abajo cuando de repente hace aparición un carro. Anda, el de Manolo Escobar (pensé) y sin remedio, me puse a cantar. Truño históirco al canto. ¡Pues no! Rossano de Brescia levanta el sólito 635 páginas con tapa dura. Sus estrategias militares, su nobleza en el campo de batalla y el magnetismo convencen a tropa y lector. Solo por esto la obra merece mucho la pena, incluso cuando al autor se le ocurre algún disparate y no contento con ello, lo escribe. Si, como un enano, he disfrutado hasta caerme las babas con el asedio y su forma de defenderlo, con las escaramuzas y la gran batalla, conspiraciones, amoríos, ¡y hasta con la campanilla del carro! Basada en hechos reales pero absolutamente inventada, de tonta engancha. Es uno de esos expedientes X donde todo apunta al tostón y negándose a sí misma, entretiene. Me ha gustado esa mezcla de realidad, leyenda y mito, y aunque Franco Forte, patina de vez en cuando, le da la tensión narrativa necesaria. En resumen, aprenderás poco y de oídas, pero oye, que buen rato, babas colgando. Tocala otra vez...Manu. Miiiii carrooooo me lo robaaaaaron.... + Leer más |