El corazón de los ahogados

Hacerse viejo consiste en darnos cuenta demasiado tarde de nuestros errores.

De la guerra no escapa nadie. Ni los que logran sobrevivir a ella.

Siempre hemos tenido la necesidad de atribuirle al corazón poderes sobrenaturales.

Una alfombra de plumas blancas cubría la reducida superficie de la isla, en la que por el suelo arenoso y su elevada salinidad atmosférica, apenas podían encontrarse algunas muestras de manzanilla gorda, tomillo sapero o algazul.

A veces pasamos por esta vida como si llegásemos otra de recambio guardada en la maleta.

Tuvo la certeza de que el mar estaba formado por las lágrimas saladas de todos los padres que lloran por sus hijos ahogados.

La inocencia es más valiente que la supuesta madurez.

Supongo que nadie desea para sus hijos el sufrimiento que conoce.

Yo nunca he necesitado separarme de los míos para saber cuánta falta me hacen.

Los hijos pertenecen a quienes están dispuestos a sacrificar la vida por ellos.