El bosque Wicker es donde acechan las cosas viejas y vengativas, cosas mucho más antiguas que el tiempo. Cosas que no te conviene encontrar en la oscuridad.
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El bosque Wicker es donde acechan las cosas viejas y vengativas, cosas mucho más antiguas que el tiempo. Cosas que no te conviene encontrar en la oscuridad.
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Este bosque es feroz, implacable y cruel. No se puede confiar en él. |
Unas chispas me recorren la piel; una sensación en la que no puedo confiar, pero que no sé cómo ignorar. «Vemos el dolor a un kilómetro de distancia», decía mi abuela, «pero no sabemos cómo apartarnos de su camino».
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Ambos estamos buscando algo a qué aferrarnos, ya sea gravedad, dedos o labios, para volvernos reales. Para durar más. Antes de que la verdad se meta entremedio y nunca se pueda retirar.
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Creía que quería estar solo, que era valiente y fuerte y que no necesitaba absolutamente a nadie. Pero ahora no lo sé. Ahora se me desmorona el corazón dentro de la cueva de mi pecho, y desearía tener el tamaño de un mosquito, tan pequeña que podría meterme en una grieta del suelo y desaparecer. Diminuta y olvidable.
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No me sueltes, pienso. Si no, ambos podríamos quedar a la deriva. Ambos podríamos olvidar lo que es real. Olvidaremos lo escurridizo que puede ser el tiempo, lo malvado e implacable. Si pestañeas, quizás te lo pierdas todo.
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Quiero permitirme sentir esto que no entiendo: las alas en la garganta y el deseo en la punta de los dedos. No quiero ser el villano. |
Quiero quedarme, más que nada en el mundo: quiero quedarme aquí con ella. No quiero estar solo. No quiero que la grieta que tengo dentro se agrande, que se filtre el océano de soledad. No quiero ahogarme. Y tampoco quiero que se ahogue ella, que se asfixie con lo mismo: el dolor que ambos sentimos en lo más profundo de nuestro ser. |
No siempre se puede elegir, ser el villano o no. Es algo que te pasa. Una serie de circunstancias que te conducen a un destino del que no puedes escapar. |
Sin un sitio que pueda considerar mi hogar, un sitio propio, no tengo nada que perder. No puedo decepcionar a nadie. No tengo razón para temer lo que pase después. Estoy solo. Y en los libros, los que no tienen nada que perder suelen convertirse en villanos. Así es cómo empieza su historia: con pérdida y tristeza, que enseguida se vuelven ira y rencor, sin vuelta atrás.
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¿Qué criaturas mágicas podemos encontrar en Gringotts, el banco de magos?