El ritmo de la noche

A rasgos generales el libro me ha gustado bastante.

Como todo libro en el que intervienen un número amplio de personajes, necesitas concentración y avanzar en la lectura para conocerlos y ubicarlos. Pero ha sido bastante sencillo.

También me gusta que no se presente a todos los personajes como gays, sino que haya bisexuales y heterosexuales. Además el personaje de Kiera rompe bastantes esquemas. Además, es genial y utópico que la condición no sexual no sea el trauma de todos los personajes, y que en cada uno tiene un origen diferente la aceptación; la religión, la sociedad elitista, el deporte, el trabajo... lo que demuestra que el problema no son las sexualidad sino las estereotipos rígidos y absurdos que se establecen en muchas sociedades o grupos sociales.

Otro aspecto relevante es cómo explota el tema de los prejuicios, porque aunque se trate el clasismo, el elitismo, el racismo... todo se narra desde una perspectiva prejuiciosa de todos los personajes. No hay ningún personaje que no prejuzgue y juzgue a otro, incluso cuando se sienten atraídos entre sí. Es muy interesante la reflexión que te encamina a realizar tendente a plantearse si alguien está a salvo de los prejuicios sea de la raza que sea, de la religión que sea, de la clase social que sea. Hay algo común a todas las personas. Prejuzgar es fácil, rápido, poco empático y gratis.

Recomiendo el libro tanto para jóvenes como para adultos.

El año pasado leí una bilogía de esta misma autora y me gusto bastante, así que en cuanto anuncio el primer libro de lo creo que va ser otra bilogía, yo lo apunte en mis libros más esperados de este año y por fin lo he leído y me ha gustado mucho.
El libro sigue la vida de cuatro chicos aunque desde la perspectiva de tres de ellos, luego hay algún capitulo desde el punto de vista de algún secundario.
Dos de ellos pertenecen a los bajos fondos y otros dos son todo lo contrario, de la parte rica de la ciudad, y cada dos por tres ambos bandos se están peleando y haciéndose putadas. Y de aquí salen las dos parejas. La primera, un chico de dieciocho años que no ha levado una buena vida, ha estado en un reformatorio, en la cárcel... en fin, un fichaje. Y el otro es el hijo de una futura senadora que se siente atrapado porque su madre no acepta su sexualidad y siente que todo ese mundo de riquezas le viene grande. Se conocerán y obviamente se llevan fatal pero también sienten una fuerte atracción el uno por el otro.
Y luego están un chaval que lleva toda la vida enamorado del líder de la banda pero no es correspondido lo que de alguna manera lo llevara a los brazos del otro chico, el hijo de deportistas que parece que tiene el mismo futuro que su padre, ser futbolista. Son algo así como enemigos naturales pero cuando están juntos se olvidan del mundo y de sus vidas.
Los protagonistas son chavales que no son para nada perfectos y hay momentos en los que han caído hasta mal pero en general me han gustado bastante todos los protagonistas, les he cogido cariño. Y luego hay un par de personajes secundarios que también me han gustado y espero que en el segundo libro tengas su final feliz porque se lo merecen.
Durante casi todo el libro yo tenía una teoría que aunque al final se me desmonta creo que no voy a perder la esperanza de que eso pase, y más cuando es del único protagonista del que no hay punto de vista y yo quiero crees que es por que oculta algo y ese algo es mi teoría.
Normalmente cuando en un libro hay más de una pareja hay una que me llama más la atención y quiero saber más de esa que de las demás, pero aquí no me ha pasado eso, las dos me gustaban y no podía dejar de leer, tenía que saber cómo avanzaban las dos relaciones.
En resumen, ha sido una historia que me ha enganchado mucho, me ha durado dos días, y que me ha gustado un montón. Tengo muchas ganas de leer la segunda parte.
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En Operetta hay una guerra entre pijos y los de los bajos fondos en la que se verán metido Mark, Theo, Lee y Alex; una rivalidad entre bandas en la que no todo es lo que parece.

⚠️Compré el libro antes de que Planeta decidiera que las personas nb importan una💩traigo la reseña porque la autora se la merece, pero es la última que hago de la editorial o de alguno de sus sellos

Michelle se ha convertido, desde La búsqueda del cliché perfecto, en lectura obligada para mí, y no me ha decepcionado con El ritmo de la noche. Es cierto que al principio me he hecho un poco de lío con los personajes, pero porque tengo la cabeza a mil cosas y en mil lecturas; una vez me he hecho a la voz de cada uno, los he amado. Me ha encantado cómo la autora ha dado un contexto diferente a cada uno de sus protas pero, aun así, hacer que el lector vea que no son tan diferentes como piensan. Además, no tiene problemas en utilizar un lenguaje soez cuando la novela lo requiere: habla de sexo y peleas sin despeinarse. También hay escenas 🔥 que, aunque normalmente no disfruto para nada, me han en-can-ta-do. Michelle escribe de vicio: consigue que rías, llores y te cabrees en un lapso de dos páginas. Los capítulos son cortitos y la trama se centra en los tejemanejes de los personajes; necesitaba un libro así de ligero, por lo que El ritmo de la noche me ha llegado en el momento adecuado, lo que ha ayudado a que lo disfrutara tanto. El ritmo de la noche trata temas importantes, como las presiones familiares sobre los hijos o la aceptación de la sexualidad, con un respeto absoluto. Aunque tenga su parte de mamarracheo, esos temas te golpean fuerte. Tienes que darle una oportunidad a la autora, no te defraudará ♥️ sabes que no soy demasiado fan de la contemporánea, pero me he bebido y he adorado todos sus libros, y creo que eso quiere decir algo jajaja
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En general ha sido entretenido y adictivo. Capítulos cortos pasando de un narrador a otro, cubriendo muchos frentes de una batalla de egos y sentimientos variados.

Me gusta como evoluciona la situación tanto de una pareja como de otra. Porque en este caso hay dos principales. Cuando en una ciudad los desfaces forman parte de la juventud de la zona y las fiestas son lo mas importante, hay momentos en los que los límites se desdibujan. Y siendo sinceros, no es algo bonito. Hay palabrotas, drogas, sexo y mucho alcohol. Pero detrás de todo eso hay más. Y si no lo he leído en menos tiempo ha sido porque no he tenido.

Una buena frase que se puede decir del libro es que no todo es lo que aparenta. Ni los buenos son tan buenos, ni los malos son tan malos. Y este es el principio de una gran aventura que espero acabe bien. En cuanto pueda le hinco el diente al segundo