Los herederos

Voces, tantas voces. Susurraban, se reían, siseaban y lloraban. Más y más fuerte; cada vez más fuerte.

" Algunas de las cosas que hacen los locos no pueden entenderse con una mente sana"

" Su hija estaba recibiendo ahora la lección más importante de su vida: estaba aprendiendo a convivir con el sufrimiento. Ese era el destino de los pobres"

Algo había sucedido fuera de aquellas paredes; algo que probablemente aún estuviera sucediendo. Pero aquí dentro, bajo tierra, donde solo dos claraboyas recordaban que había un mundo más allá de esa habitación, él y aquella mujer se hallaban a salvo del misterio. O quizás atrapados en él.

Pero más que el clima, lo que a Patrick le preocupa-
ba de verdad era saber lo que podía esperarle cuando
llegara a su destino. El temor de que sus sospechas se
confirmaran y él estuviera en lo cierto no le dejaba pen-
sar en nada más

Y al final, las palabras de su tutor de doctorado al
teléfono: «No sé qué decirte, Patrick. Estoy tan desconcertado como tú. En los veinte años que llevo ejerciendo nunca me había encontrado con algo así».