no se obsesione con dónde acabará al final del viaje, porque esa es una manera infalible de estrellarse contra las rocas que tiene delante de la nariz.
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no se obsesione con dónde acabará al final del viaje, porque esa es una manera infalible de estrellarse contra las rocas que tiene delante de la nariz.
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Si uno le concede al destino una oportunidad, este siempre hallará el camino por sí mismo, pero los hombres son tan necios, dando vueltas y más vueltas con los ojos cerrados, interfiriendo los unos con los otros, destrozándolo todo por su propia y ciega estupidez, y entonces, cuando se encuentran perdidos sin remedio, se sientan y maldicen a Dios por no responder a sus plegarias, obviando que jamás se pararon a escuchar."
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-Me resulta tan absurdo que pueda estar discutiendo sobre una nariz enrojecida con un fantasma -dijo Lucy-. Ni que fuese esto una obra de un teatro de variedades, es decir... Antes de cenar me daba usted terror, casi me muero de miedo. -Siempre nos asusta lo desconocido. |
Debo de ser muy egoísta, pensó, porque no quiero enderezar nada ni tampoco a nadie; lo único que deseo es que me dejen en paz para lidiar como pueda con este problema que llaman vida.
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Lo suyo es amor, no un sentimiento romántico, y el amor verdadero no es ciego, lo ve todo y es infinitamente indulgente.
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No hay caballeros ni damas después de la muerte.
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No me importa lo que nadie diga de mí, porque, en general, las habladurías no son más que un reflejo de la mente retorcida de la gente salida a la superficie.
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No pienso permitir que conviertan mi magnífico dormitorio en un perfumado tocador lleno de fruslerías y baratijas.
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Es un cuerpo creado a partir de la unión de distintas partes de cadáveres diseccionados, escrito por Mary Shelley a partir del reto literario de Lord Byron.