Emily vuelve a Luseville, el pueblo de su infancia, para estudiar el último año de instituto. Una mala racha familiar la lleva a vivir con su madre, su mejor amiga, y la madre de esta. Todo parece ir bien, hasta que una primera muerte confirma que la maldición de unos exalumnos ha vuelto al instituto. Emily y su pandilla investigan el pasado y que pudo desatar una maldición tan terrible. Es una narración juvenil, con una historia atractiva y una ambientación de escándalo. Me encantan las tramas que tienen lugar entre estudiantes, permite introducir muchas subtramas. Es precisamente lo que ocurre, pese a ser un thriller, también hay lugar para los líos amorosos y los dramas familiares. Especial mención a que por fin estamos ante una obra donde los estudiantes invierten tiempo en estudiar. ¡Ya era hora! No obstante, se trata una historia que no llega a las 200 páginas y en este caso siento que requería de más para terminar de desarrollarse. Es una trama compleja, con mucha historia en el pasado, la cual aparece contada superficialmente y donde se omiten episodios clave para comprender la maldición. Los personajes me han parecido planos y estereotipados, no vemos una evolución en ellos y sobre todo, sus actitudes y emociones no son reales. Hacen frente a un montón de perdidas y traumas que superan sin apenas esfuerzo. Por último, la violencia gratuita me ha parecido desagradable, creo que es precisamente porque no he terminado de conectar con la historia ni con el punto sobrenatural de esta. En resumen, una obra atractiva para los que os guste el thriller juvenil. La autora me chivo que habrá una segunda parte, yo le daré una oportunidad a ver si esta vez logra conquistarme. + Leer más |