La tumba de Eva Goth

El problema de la gente tan madura, responsable y consecuente con lo que hace, es que no se le permite hacer ninguna locura, no se le tolera que haga o diga algo inesperado. Es como si se volviesen esclavos de su propia bondad, esclavos de su propia sensatez.

Muchas historias y también un buen puñado de viejas leyendas con las que atemorizar a niños y adultos cuando no tenían prisa por irse a dormir. Pero había una en particular que no dejaba indiferente a nadie, una que tenía que ver con la joven Eva Goth.