Ad Infernum

AD INFERNUM ,del escritor, Daniel P. Espinosa
No es una novela fácil para hablar de ella, como hacerlo de una de las mejores novelas de demonios que he leído en mi vida después de El monje o Melmoth el errabundo.
Ha sido tal el disfrute que no he llegado a entender en ningún momento, que hacéis por aquí sin hablar de esta novela. Hay novelas buenas, malas y novelas que rozan el merito de llamar al escritor que lo escribió, maestro.
Pues así quedo contado que el demonio Asmodeus, uno de los siete duques del infierno, pacto con la serpiente para cruzar las puertas y caminar por nuestro mundo, a cambio estará atado a pactar con cualquier humano, si así quedo en la memoria de los hombres y escrito en los libros que nunca debéis buscar.
Una historia de pactos, mentiras, traidores y santas. Dónde entenderéis que los humanos nada debemos de envidiar de los demonios ni del infierno, es más podemos ser peores , ya que el infierno se cobra el precio en el que nosotros mismos nos vendimos ¿ Pero a qué precio te vende tu vecino, tu supuesto amigo? Los pactos deben cumplirse para eso se hacen, pero los humanos somos débiles, queremos, deseamos, pero luego no estamos dispuestos a pagar nada por ello, y Asmodeus, lo entendió, somos peores que ellos .
Soy cristiana, tal vez sea ridículo decir que nunca sentí ganas que el demonio de la novela fuese vencido, pues el asco muchas veces hacia lo miserable de lo humano, no me cegó en ninguna parte de la historia, y si, quise que tuviera un buen final.
No quiero revelar nada, no deseo que sepáis como utilizo a una mujer santa para su beneficio, no deseo que sepáis como volvió a nacer para quedarse 1000 años más entre nosotros, no deseo que sepáis que debe hacer ahora con otra niña santa para seguir en la tierra de hombres cuando su plazo se agota. No, deberéis leerlo y buscarlo, esta novela no es para resumir es para leerla .
Hacerlo desde el lado más humano que tengáis, aquel que todavia no habéis corrompido por nada , entender lo que alli se dejo escrito, y sobretodo, comprender el final, pues como bien dijo su escritor: Quia daemon semper daemon, porque el diablo es siempre el diablo. Por humano que sea.
Daniel P. Espinosa, tardare por tu culpa en encontrar algo que supere esto que leí, gracias .