¿tenía otra elección? Podía acudir a la policía, pero ¿quién iba a creerle? Todavía no tenía ninguna prueba tangible. Diantre, si ni siquiera estaba seguro de lo que ocurría. ¿Qué podía decirle a la policía? «Prueba con esto para empezar, querido Bruce: “¡Socorro! ¡Protéjanme! Ya han asesinado a dos personas y muchísimas más pueden seguir la misma suerte, ¡yo incluido!”» |