La maldición del tranvía 015

Muchos djinn no podrían decir los mismo, la esclavitud es el vicio terrenal que más detestan.

La apertura de una puerta hacia el plano que habitaban los djinn había provocado que la magia fluyera a raudales en el mundo, cambiándolo para siempre.

La apertura de una puerta hacia el plano que habitaban los djinn había provocado que la magia fuera a raudales en el mundo.

Los policías se reían con ganas mientras el hombre se quejaba de su mujer y de sus hijas que habían ido a manifestarse todos los días y lo habían dejado sin cenar.

La realidad era que, en los casi treinta años que el Ministerio llevaba operativo no se había encontrado ninguna evidencia de la existencia de fantasmas, a pesar del número creciente de espiritistas y médiums autoproclamados que florecían en los zocos de El Cairo.

El tranvía 015 descansaba tranquilo y aislado en la plataforma. Había algo ominoso en su quietud, como si el vagón los estuviera esperando

¡Puede que nos hayamos liberado del yugo de los extranjeros, pero una nación no puede ser libre mientras sus mujeres sigan encadenadas!

Hamed tuvo que darle la razón. Había oído hablar de edificios encantados. Casas encantadas. Una vez, incluso tuvo un caso de un mausoleo encantado en al-Qarafa… ¿Pero un tranvía encantado? Eso era nuevo.

...una nación no puede ser libre mientras sus mujeres sigan encadenadas!

Hamed tuvo que darle la razón. Había oído hablar de edificios encantados. Casas encantadas. Una vez, incluso tuvo un caso de un mausoleo encantado en al-Qarafa, que era algo bastante estúpido si uno se paraba a pensarlo. ¿Por qué ibas a irte a vivir a un cementerio y después quejarte de que hubiese espectros? ¿Pero un tranvía encantado? Eso era nuevo.