La maldición del tranvía 015 de P. Djèlí Clark
Hamed tuvo que darle la razón. Había oído hablar de edificios encantados. Casas encantadas. Una vez, incluso tuvo un caso de un mausoleo encantado en al-Qarafa, que era algo bastante estúpido si uno se paraba a pensarlo. ¿Por qué ibas a irte a vivir a un cementerio y después quejarte de que hubiese espectros? ¿Pero un tranvía encantado? Eso era nuevo.
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