Ciudad de las almas perdidas (Cazadores de sombras 5)

[...] Y cerró los ojos mientras sus dedos unidos comenzaban a brillar, como si entre ambos sujetaran una estrella.

Cuando has encontrado a tu verdadero amor, no necesitas más gente en tu vida.

Lo que tú eres demasiado joven para comprender, es que todos ocultamos cosas. Se las ocultamos a nuestros amantes porque queremos mostrarles lo mejor de nosotros mismos, pero también porque si el amor es auténtico, esperamos que nuestro amado lo entienda, sin necesidad de preguntar. En una verdadera pareja, de las que duran años, siempre hay comunicación tácita.

Si te besara todo el día durante todos los días que me quedan de vida, no sería suficiente.

Mientras él estaba allí, ella dormía sin soñar, inmersa en un océano de nada. Un olvido indoloro.

Era bien raro cómo el mundo podía girar en su eje, y todo en lo que habías confiado podía cambiar en un instante.

A todos nos atrae lo que es hermoso y está roto. Pero hay gente que no se puede arreglar. O si se puede, solo es por medio de un amor y un sacrificio tan grandes que destruyen al que se lo da.

Quizá llevas demasiado tiempo viviendo en el mundo de los mundanos... pero hay magia.

—Siempre había supuesto que me mataría algún demonio —prosiguió Jace—. Un subterráneo renegado. Una batalla. Pero entonces me di cuenta de que podía morirme si no lograba besarte, y pronto.
Clary chasqueó los secos labios.
—Bueno, lo hiciste —dijo ella—. Lo de besarme, me refiero.
Él le cogió un rizo entre los dedos. Estaba tan cerca como para que ella notara el calor de su cuerpo, el olor a jabón, piel y cabello.
—No lo suficiente —replicó él, mientras dejaba que el rizo se le escapara de la mano—. Si te besara todo el día durante todos los días que me quedan de vida, no sería suficiente.

Y no vuelvas a usar los anillos mágicos para preguntar por Los Pitufos.