Todos esos pueblos eran grandes porque tenían grandes prejuicios. Ya no los tienen. ¿Son todavía naciones? Todo lo más, multitudes disgregadas.
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Todos esos pueblos eran grandes porque tenían grandes prejuicios. Ya no los tienen. ¿Son todavía naciones? Todo lo más, multitudes disgregadas.
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El Occidente: una podredumbre que huele bien, un cadáver perfumado.
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Lo único que debería enseñarse a los jóvenes es que no hay nada, o casi nada, que esperar de la vida. Pienso en un Cuadro de desengaños colocado en las escuelas y en el que estarían representadas todas las decepciones reservadas a cada cual.
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Lo propio de los regímenes en agonía es permitir una mezcla confusa de creencias y de doctrinas, y crear, al mismo tiempo, la ilusión de que se podrá retrasar indefinidamente la hora de la elección... De ahí, y únicamente de ahí, deriva el encanto de los períodos prerrevolucionarios. |
Nadie se acerca a la condición de sabio si no tiene la fortuna de ser olvidado mientras está vivo.
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Ponte siempre del lado de los oprimidos,pero no olvides que están hechos del mismo barro que sus opresores.
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El fanatismo es la muerte de la conversación.
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Uno debe ponerse del lado de los oprimidos en cualquier circunstancia, incluso cuando están equivocados, sin perder de vista, no obstante, que están hechos del mismo barro que sus opresores.
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Lo molesto en las desgracias públicas es que cualquiera se estima competente para hablar de ellas.
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El amor más apasionado no acerca tanto a dos seres como la calumnia. Inseparables, el calumniador y el calumniado constituyen una unidad "trascendente", están soldados para siempre el uno al otro. Nada podrá separarlos. Uno hace el mal, el otro lo sufre, pero si lo sufre es porque se ha acostumbrado a él, porque no puede prescindir de él, e incluso lo desea. Sabe que sus deseos se verán satisfechos, que no será olvidado nunca, que estará, pase lo que pase, eternamente presente en el espíritu de su infatigable benefactor.
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Son considerados los padres de la filosofía occidental: