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Crítica de Inquilinas_Netherfield


Inquilinas_Netherfield
12 November 2023
Habrá quien se sorprenda (no quienes estamos haciendo el reto egipcio, porque ya lo han leído varios participantes), pero sí, Agatha Christie escribió un libro ambientado en el Antiguo Egipto. Que yo sepa solo escribió esta novela histórica, todas las demás están ambientadas en el siglo XX en la época en que fueron escritas.

Imhotep es un sacerdote del ka, una figura que recibía como legado tierras de un difunto a cargo de cuidar su tumba y realizar ofrendas en ciertos días del año para el descanso de su alma. En su casa habita toda su familia, que son los que también trabajan sus tierras y dependen para todo de la función que Imhotep cumple como sacerdote (todas sus tierras, ganado, madera, lino y cebada proceden del legado del sepulcro que cuida). Por un lado están sus dos hijos varones mayores (Yahmose, casado con Satipy, y Sobek, casado con Kait); uno es tímido, reservado, trabajador y apocado cuando se trata de enfrentarse a su padre; el otro es impulsivo, bocazas, engreído y cree que merece mucho más reconocimiento del que tiene. Luego está Ipy, el hijo menor de Imhotep, un adolescente mimado que sabe que puede hacer lo que quiera con su padre y se aprovecha de ello. Además a la casa acaba de llegar Renisenb, la única hija de Imhotep, que a pesar de su juventud acaba de quedarse viuda tras un matrimonio de ocho años. En esta casa también vive la madre de Imhotep, Esa, una anciana de armas tomar a la que no se le escapa nada y que es mucho más inteligente que su hijo; Hori, el escriba de Imhotep, que le lleva las finanzas y la administración de todas sus propiedades; y Henet, una sirvienta a la que casi todos desprecian y que disfruta yendo de acá para allá con chismorreos sembrando la discordia. Entre los dos hermanos mayores y el padre hay tensiones a cuenta de la rigidez con la que Imhotep controla todo (piensa que solo él sabe hacer las cosas bien), y la actitud de sus esposas, sobre todo de Satipy, no ayuda en nada. Cuando Imhotep vuelve de un viaje con Nofret, una hermosa y joven concubina que tendrá que vivir con resto de la familia, la tensión aumenta exponencialmente. Nofret no ayuda, su actitud es maliciosa y malintencionada. ¿Resultado? Pues que empieza a morir gente. Mucha gente. Y ni las ofrendas a los dioses y los muertos servirán para detener a quien está detrás de esos asesinatos.

Me ha quedado un poco larga, pero es que tenía que nombrar al menos a cada uno de los personajes involucrados. Agatha explica en una nota antes de comenzar la lectura que la historia está ambientada en Tebas hacia el año 2000 a.C., así que por situarnos estaríamos en la época conocida como Imperio Medio, aunque ella misma explica que tanto el lugar como la fecha darían un poco igual si no fuese porque el argumento y algunos personajes están inspirados en unas cartas halladas en una tumba cerca de Luxor en las que un tal Hekanakhte se quejaba a sus familiares por el trato que le daban a su concubina... qué contenían esas cartas exactamente para inspirar una escabechina como la que hay en este libro se me escapa, pero sus motivos tendría :) También especifica que para los títulos de los capítulos ha usado el calendario agrícola de aquellos tiempos: inundación (de finales de julio a finales de noviembre); invierno (de finales de noviembre a finales de marzo); y verano (de finales de marzo a finales de julio). Haciendo entonces cálculos, esta novela transcurre más o menos (días arriba o abajo) entre mediados de septiembre y mediados de mayo, un periodo de unos ocho meses, que también debe ser de los más largos usados por la autora en cualquiera de sus otros libros.

Os decía arriba que esta es la única novela histórica escrita por la autora, pero también es conocida por ser una de las que más asesinatos contiene. Ya os digo arriba que es una escabechina, y suele compararse el número de cadáveres de esta historia con el de Diez negritos/Y no quedó ninguno, pero no os voy a decir la cantidad exacta que si no pierde la gracia. Pero vamos, que estéis preparados para que muera hasta el chacal que aúlla en la colina :) Nunca había leído esta novela (no me preguntéis por qué, ni idea... se me debió escapar en su día), pero lo cierto es que he adivinado la identidad de la persona culpable con bastante antelación. Son ya muchos los libros leídos de la Christie y yo creo que llega un punto que la ves venir tanto a ella como a sus pistas, pero realmente no importa, disfrutas de la lectura igualmente porque siempre tienen esa cosilla de ¿y si me la está colando y estoy yendo por donde ella quiere, que no es por donde debería ir?

Otra curiosidad de la novela (que no es tan curiosidad, sino simplemente concordancia con el periodo elegido para ambientar correctamente la historia) es que, por razones evidentes, no existía la figura del detective ni tan siquiera la de un cuerpo de policía profesional (sí que había una especie de funcionarios que actuaban de modo local o en determinadas circunstancias, o mercenarios vigilando las tumbas, pero ese es un tema muy largo como para tratarlo aquí), con lo que la investigación, si puede llamarse de esa manera, tienen que hacerla los propios miembros de la familia. Y la llamo investigación por no llamarla simplemente intercambio soslayado de opiniones o sospechas que deriva en una eliminación pura y dura según van cayendo como moscas, porque poco más es hasta cierto momento en el que Agatha tira de la nostalgia por Poirot y hace una especie de reunión con todos los que todavía viven y entre los que se encuentra el asesino, pero solo como manera de acelerar los acontecimiento y en ningún caso como una exposición sobre los hechos, las pistas y la identificación del culpable, que es lo que hubiese hecho el bueno de Hercules en sus tracas finales.

Por ir terminando con las peculiaridades de esta novela, está considerada como la primera novela larga en la historia de la literatura en combinar la narración histórica y una trama whodunit o detectivesca, lo que luego llegaría a conocerse como misterio histórico, que hoy en día está más que asentado y es muy popular entre los lectores (por no irme muy lejos, el otro día os hablé de El enigma del gato grande, que pertenece a este subgénero). Hay ejemplos anteriores de principios del siglo XX pero son historias cortas o relatos. Vamos, que la Christie se propuso hacer historia desde el momento en que se sentó a escribir su primera novela y no paró a lo largo de los años.

¿Más cositas? El estilo de Agatha Christie en esta historia, porque cambia radicalmente para adaptarse a la cadencia propia de las narraciones ambientadas en el Antiguo Egipto. Quienes hayáis leído novelas históricas situadas en ese periodo sabréis a qué me refiero, ese rimo tan peculiar que parece querer imitar la escritura jeroglífica que, cuando es leída en voz alta, tiene un componente simbólico y alegórico muy importante. Que sigue siendo igual de fácil de leer que cualquiera de ss novelas, no os asustéis, pero en ciertos aspectos está escrita de manera distinta y la historia en sí misma se lee diferente a sus novelas contemporáneas. Es complicado de explicar pero lo entenderéis si en algún momento os acercáis a ella. El caso es que no se acomoda calcando su estilo tal cual lo usaba habitualmente limitándose a cambiar el marco temporal y ya, sino que se ajusta a él, lo asimila e intenta reproducirlo dentro de las posibilidades que ofrece una novela de este tipo, y es de agradecer. La reconstrucción de lo que era la vida en aquella época es vívida y semeja realista (se nota que a estas alturas ya sabía muy bien de lo que hablaba) y algunos de los personajes, como la abuela Esa, son simplemente magníficos.

Según los agradecimientos que aparecen en el libro, la idea de escribir La venganza de Nofret se la dio un tal profesor Glanville, quien al parecer fue de mucha ayuda durante todo el proceso de creación y documentación, proporcionándole información sobre cómo era el día a día en un hogar egipcio de hace cuatro mil años . ¿Y quién era ese tal Glanville? Pues nada menos que Stephen Glanville, historiador y eminente egiptólogo que ocupó la cátedra de Arqueología y Filología Egipcias en el University College de Londres tras jubilarse el insigne Flinders Petrie en 1935 (por cierto, Glenville estaba casado con una tal Ethel Mary Chubb, que nada tiene que ver con la Mary Chubb de Aquí vivió Nefertiti, pero no me diréis que no es sorprendente la coincidencia). Venga, otra curiosidad antes de terminar: al parecer el final original de la obra no es el que podemos leer actualmente, sino que Glanville instó a Agatha a que lo cambiase (desconozco las razones), cosa que ella hizo, aunque se dice que después se arrepintió. ¿Cuál sería el final original de la novela? A saber...

Mucho rollo, mucho rollo, pero no os he contado nada del misterio, los personajes o la propia trama en sí. Nada nuevo bajo el sol cuando os hablo de un libro de Agatha Christie. Solo puedo deciros que es un muy buen libro, con muchos asesinatos, con la cadencia típica de una ambientación en el Antiguo Egipto y que está muy bien documentado. Ni lo recomiendo ni lo dejo de recomendar (hace tiempo que decidí dejar de hacerlo con casi cualquier libro), pero yo lo he disfrutado mucho y me ha sorprendido para bien.
Enlace: https://inquilinasnetherfiel..
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