Cuando acoges huerfanitas fugitivas no debes esperar ni un momento de descanso.
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Cuando acoges huerfanitas fugitivas no debes esperar ni un momento de descanso.
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No obstante, más extraño que su color y más preocupante que cualquier otra circunstancia era el hecho de que Zacharias Wythe no tenía un familiar, aunque portase el antiguo báculo del hechicero real. Los invitados de lady Frances no dudaron en intercambiar comentarios sobre lo que opinaban de esta curiosa ausencia, pero hablaron en voz baja; no tanto por respeto a la banda de crespón negro que rodeaba el brazo de Zacharias, sino por respeto a su acompañante.
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¿Para qué están los conocidos, si no para proporcionarnos el placer de chismorrear?
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Porque la mayor magia procede de la sangre. ¿Y quién sabe más de sangre que una mujer?
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Solo tus éxitos alejarán cualquier duda sobre tu competencia.
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Nada asqueaba más a un taumaturgo que una bruja. ¡Féminas descaradas, insolentes y entrometidas que se atrevían a despreciar a la Sociedad por prohibirles la magia a las mujeres y que engañaban al vulgo con sus pociones y sortilegios!
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Supongo que mi plan le sonará a locura, y quizá nadie se case conmigo después de todo, por miedo a lo que mi color pueda significar. Pero debo intentarlo o me pasaré el resto de mi vida como la doncella de una dama, haciendo magia menor para mis superiores… ¡y eso no lo consentiré!
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¿No puedes esperar a que tu posición sea más firme antes de hacer añicos todos los queridos prejuicios de la Sociedad?
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Poco había imaginado que la vida en Londres consistía, de hecho, en maleficios y asesinatos y política taumatúrgica… ¡y que siempre se levantaría temprano por un motivo u otro!
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La magia como sustancia, como fuerza vital, era el aire que respiraba y el suelo bajo sus pies: no renunciaría a ella, igual que no pensaba renunciar por voluntad propia a la vista o al habla.
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¿Qué medida tomó el profesor Snape para proteger la Piedra Filosofal?