Estos fragmentos líricos suponen para las mujeres el recuerdo y las vivencias de un traspaso erróneo del sentido de la vida de una mujer como la peor herencia. Montserrat Cano escribe desde la inconformidad y la memoria de generaciones de mujeres sometidas a cumplir con los deberes y obligaciones impuestas a su cargo desde hace siglos, relegadas del ámbito público a la vida doméstica. Instruidas y educadas desde jóvenes para ser niñas dulces, simpáticas y risueñas que solo quieren hallar esa felicidad prometida con el matrimonio y la formación del "hogar". Luego, tristemente, llega la decepción y el sufrimiento al comprobar la realidad y solo ver sus vidas manejadas por un deseo ajeno y sus sueños no cumplidos. |