¡Qué encontrados al morir el rico y el pobre son!
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¡Qué encontrados al morir el rico y el pobre son!
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Viendo estoy mi beldad hermosa y pura; ni al Rey envidio, ni sus triunfos quiero, pues más ilustre imperio considero que es el que mi belleza me asegura. Porque si el Rey avasallar procura las vidas, yo, las almas; luego infiero con causa que mi imperio es el primero, pues que reina en las almas la Hermosura. |
Rey de ese caduco imperio, cese, cese tu ambición, que en el teatro del mundo ya tu papel se acabó |
Obrar bien, que Dios es Dios
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Sólo en tu concepto estamos, ni animamos ni vivimos, ni tocamos ni sentimos, ni del bien ni el mal gozamos; pero, si hacia el mundo vamos todos a representar, los papeles puedes dar |
Al religioso, obediencias; al facineroso, insultos; al noble le daré honras, y libertades al vulgo |
Es un poema épico griego compuesto por 24 cantos, atribuido al poeta griego Homero. Narra la vuelta a casa, tras la guerra de Troya, del héroe griego Ulises