Cuentos andaluces

Comento los cuentos más interesantes a continuación (atención spoilers).
GRAMÁTICA PARDA Es una divertida anécdota dialogada llena de humor cazurro. de lo mejor de Fernán porque no se pierde en descripciones ni digresiones y va al grano. Tiene lo que mejor sabe hacer: dialogar.
UNA PAZ HECHA es un cuadro de costumbres, lleno de chascarrillos, refranes y anécdotas ambientado en Chiclana. Dicha reunión que iba poniéndose violenta se pacifica con la aparición de un toro que hace el papel de pacificador: consigue que cada mochuelo se vaya a su olivo.
UN QUID PRO QUO incluye una sentida elegía por los templos abandonados por causa de la desamortización (tema habitual en su obra): «El altar mayor, primorosamente esculpido en el género churrigueresco, deslumbra por la multitud de flores, frutas, guirnaldas y cabezas de ángeles dorados que ostenta con tal profusión y tal brillo, que prueba que al labrarlo no entraron en cuenta ni el tiempo ni el gasto. —¿Para qué sirve el oro hoy en día? ¿Par qué el tiempo? ¿Empléase mejor? El que nos afirme que sí nos consolará de la supresión de los conventos. Mientras no, lloraremos sobre aquel grandioso coro, aquellas ricas capillas, aquel soberbio tabernáculo, frío y vacío como el corazón de un incrédulo. ¡La incredulidad!; ¡ella es el triunfo que logra la materia sobre el espíritu, la tierra sobre el cielo, el ángel apóstata sobre el ángel de luz…!…Lector, si eres afecto a las cosas de nuestra vieja España, acude aquí…Pero acude pronto, porque antes de mucho, desaparecerá todo esto, y habremos de llorar sobre las ruinas a las que lo pasado prestará toda su magia como para vengarlas.»
FLORES HUMILDES: Es una divertida e instructiva relación de explicaciones sobre el origen de determinados dichos populares, como «quien no te conozca que te compre», «estar a la cuarta pregunta»…
TÍO CURRO EL DE LA PORRA y los siguientes cuentos son cuentos folklóricos recogidos por Fernán y limados en su estilo. Algunos llevan una introducción dialogada entre Fernán y el cuentacuentos (en concreto éste número 5 «Tío Curro el de la Porra», el sexto «La oreja de Lucifer», el séptimo «La buena y mala fortuna» y el octavo «Las ánimas». Los restantes no llevan esa introducción. Son bastante divertidos y carecen de la moralina habitual en Fernán. Destaco «La oreja del diablo», lleno de un sentido del humor que hoy se tendría por misógino (de este cuento hay una versión en verso recogida por Juan Valera -Tomo II de sus obras completas pp. 407-409- que he leído en la edición de estos cuentos publicada por la extinta Ediciones Alcalá en su colección Aula Magna en el año 1966 -páginas 161 a 166). La mayoría tienen un elemento maravilloso (de encantamiento). El cuento titulado «Las ánimas» fue encontrado por su recolectora inmoral porque aparecen las ánimas como protectoras de la holgazanería. El diablo está presente en varios de estos cuentos: en el ya citado «la oreja del diablo», en «Juan Soldado» y «La suegra del diablo». «Juan Holgado y la muerte» es probablemente el germen del relato de Alarcón «El amigo de la muerte». Prefiero el cuento popular de Fernán que el de Alarcón, más hinchado y elaborado. En este cuento aprovecha la autora-recolectora para ofrecernos una moraleja en boca de la muerte (que aquí es una vieja «más fea que un voto a Dios…más amarilla y descarnada que un pergamino de Simancas»): «al que está siempre prevenido, nunca le sobrecoge ni turba mi llegada; pero vosotros ciegos estáis cuando no conocéis que nacéis para padecer y morís para descansar». «La suegra del diablo» está relacionado con «La oreja del diablo» y también nos presenta un diablo fracasado y un poco tonto siempre vencible por un aldeano avispado.
Están llenos de humor y gracia popular. Son una delicia.