¿Por qué nosotros, como humanos, siempre quisimos el amor de las personas que eran incapaces de tal sentimiento?
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¿Por qué nosotros, como humanos, siempre quisimos el amor de las personas que eran incapaces de tal sentimiento?
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Asentí, sabiendo su lema de memoria. “Que se joda la gente, consigue una mascota".
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"incluso cuando los días se desvanecían en la oscuridad, siempre había otra oportunidad, un segundo momento para volver a intentar resurgir de las cenizas."
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Podría tener una vida decente con otra persona. Podría tener una vida normal de clase media. El trabajo normal, los hijos normales, el marido normal. Podría tener una vida cómoda con alguien con quien estaría a gusto, pero que no querría de verdad. Y eso no es lo que quiero. Te quiero. Quiero las cicatrices. Quiero las quemaduras. Quiero tu desastre. Tus cicatrices, tus quemaduras, tu desastre: eso es mi corazón. Tu dolor es mi dolor. Tu fuerza es mi fuerza. Tus latidos fluyen a través de los míos. Así que, no, no voy a apartarme.
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Tal vez el sentido de la vida sea enseñarnos que no siempre seremos nuestros errores del pasado. Tal vez el sentido de la vida sea abrirnos a las cosas que más tememos, como el amor.
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Tal vez el único sentido de mi vida era, sencillamente, encontrarte a ti, aunque no fuese a durar para siempre
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Dios, era un desastre. Estaba a punto de perder el control. Pero entonces ella me abrazó. Me sostuvo. Me rodeó con sus brazos y no dijo una palabra. Solo me abrazó fuerte mientras yo me derrumbaba en el porche de su casa aquella noche de verano. Por un momento volvimos a ser nosotros. Por un momento, ella era el fuego que mantenía mi corazón caliente por la noche. Por un momento fue mi salvadora. Mi refugio. Mi Subidón, radiante y hermosa. |
—Pero estoy preocupada, Alyssa. Hace tiempo que conozco a Logan, y no siempre ha sido una persona muy estable. […] —Eso es solo el cinco por ciento —murmuré. —¿Qué? —Está ahí el noventa y cinco por ciento del tiempo, Erika. El noventa y cinco por ciento del tiempo es amable. Es dulce. Pero a veces se cuela ese cinco por ciento, y deja de ser él. Pierde la batalla entre sus verdades y las mentiras que le cuentan sus padres. Pero no puedes juzgarlo en base a esos momentos. —¿Por qué no? —preguntó. —Porque si lo juzgas sólo por sus momentos bajos, entonces te pierdes sus bonitos momentos altos. |
—Te quiero a ti. Todo tú: lo bueno, lo malo, el dolor, la rabia. Si atraviesas el infierno sostendré tu mano todo el tiempo. Si el fuego de nuestras vidas sigue creciendo, arderemos como si fuéramos uno. Te he elegido a ti. El ayer, el hoy, el mañana. Eres mi llama eterna. |
Cuando encuentras a alguien que puede hacerte reír cuando tu corazón quiere llorar, tienes que aferrarte a esa persona. Cambiará tu vida a mejor.
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