Zahra, favorita de al-andalus

El conflicto básico entre el desarrollo personal y los roles sociales que se asignan a la mujer está presente en Zahra, donde el sueño convive con la realidad aparente, lo subjetivo con lo objetivo, la metáfora con la anécdota, lo cotidiano con lo maravilloso. Esta vez, nos encontramos una Zahra magrebí y otra andalusí con el dolor como lazo de unión. Una ve cómo su amado Ab-derramán III, unificador del reino cordobés, ordena edificar Medina Azahara como prueba de amor hacia ella, mientras la otra sólo tiene a la patera por reino. Este es uno de los contrastes, quienes antes eran dueños y señores de la tierra, ahora son mano de obra barata y sin papeles. El otro es el que la autora ha denominado como umbral tabú, aquellos muros que impedían a Zahra salir del harén andalusí ahora se transforman en barreras fronterizas, que impiden entrar en la que antes era su tierra a la Zahra contemporánea. Los que fueron en su momento expulsados de sus casas regresan a inicios del s. XXI con el hambre por bandera. La autora acerca pasado y presente y agita conciencias con una intención crítica no sólo con épocas remotas, sino también con su contemporaneidad. Y para ello emplea al contador de cuentos magrebí que en la obra es el Narrador, para quien toda gran mujer está volviendo a crear a las que la precedieron.Según la propia Bueno, «no he pretendido hacer un texto sobre el pasado, sino sobre cómo éste irrumpe continuamente en el presente. Dialéctica pro­fundamente contemporánea, que un teatro comprometido con nuestro tiempo puede ayudar a desvelar» (Bueno 2002: 17). En efecto, Bueno mezcla la leyenda con la historia, lo actual con el pasado, la gloria andalusí con la tragedia de las pateras, evitando que el único interés sea no sólo el histórico, sino también las mujeres, sus contradicciones, sus hábitos de vida... Zahra son dos mujeres en una, que se reflejan en un juego de espejos, alumbrándose mutuamente por medio del túnel de los siglos, como en un palimpsesto, transformando lo diacrónico en sincrónico mediante la metáfora escénica.