Se dice que cuando se mira a una estrella y se pide un deseo, todos los sueños se hacen realidad. ¿Es posible que esta noche, bajo el mismo cielo, los dos miremos a la misma estrella para hacer de nuestro deseo, uno?
|
Se dice que cuando se mira a una estrella y se pide un deseo, todos los sueños se hacen realidad. ¿Es posible que esta noche, bajo el mismo cielo, los dos miremos a la misma estrella para hacer de nuestro deseo, uno?
|
¿Y cuánto tiempo se necesita para darte cuenta de que quieres a alguien? ¡Oh, nana, el tiempo no determina absolutamente nada! ¡En un minuto, un corazón puede sobrecogerse... mientras que, en trece años, otro puede permanecer perfectamente sepultado bajo una capa de hielo!
|
Es cierto, casi todas las niñas sueñan desde la cuna con todo esto, nana: con vivir en mansiones lujosas, pasearse en maravillosos carruajes y lucir vestidos de ensueño, como princesas de cuento. -Su voz había descendido hasta alcanzar un tono bajo y melancólico, casi un sollozo-. Pero no saben que toda esta fastuosidad esconde detrás la soledad más absoluta, y que hay mansiones que no son más que cárceles para quienes viven en ellas y vestidos que actúan a modo de mortaja. Esta vida de lujo y esplendor encierra un cúmulo de frivolidad, hipocresía y ... soledad.
|
Doña Angustias sabía que un sayo tan perfecto y templado, tan medido e impertérrito en apariencia, escondía en su interior un alma inquieta que abrazaba la sensibilidad de corazón, el aleteo incesante e imparable de una imaginación desbordada y un amor creciente por la naturaleza y las cosas sencillas. Sabía que era dulce, pura, buena, vehemente, entusiasta, idealista y romántica... aunque sabía también que jamás dejaría asomar tales emociones, salvo en presencia de alguien que gozara de su absoluta confianza e intimidad, por miedo a ser censurada o lastimada.
|
¿Quién es el autor/la autora de Episodios Nacionales?