Jack el Destripador. El mito equivocado: Una investigación que saca a la luz una realidad perturbadora

Si Kelly llevaba, desde el 30 de octubre
(momento de la discusión con Barnett en que supuestamente se
perdió la llave) abriendo la puerta metiendo su mano por la ventana,
parece razonable pensar que algunos de sus vecinos o conocidos
estuviesen al tanto de tan peregrina maniobra, ya que debieron verla
abrir la puerta en innumerables ocasiones. De ser así, ¿cómo se
explica que nadie en el vecindario, que en ese momento estaban
siendo interrogados por agentes de policía de forma exhaustiva,
informase de cómo entrar en la estancia? Además, ninguno de los
testigos de la encuesta judicial comentó nada sobre la manera de
entrar de Kelly en su casa, a pesar de que algunos la vieron salir y
entrar en repetidas ocasiones.

De la declaración del doctor Brown lo más importante era que la
descripción del crimen realizada por él, gracias a su examen
forense, era un auténtico calco de los dos primeros crímenes
canónicos del Destripador. El asaltante cortó el cuello a su víctima,
mientras estaba en el suelo, produciéndole la muerte instantánea sin
que esta pudiese gritar.