El diablo siempre mezcla verdades con mentiras, para así confundirnos
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El diablo siempre mezcla verdades con mentiras, para así confundirnos
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—Mire, yo no sé nada de esas tonterías —lo interrumpió, con voz baja e intensa—. Pero le voy a decir algo, padre. Si usted me mostrara a la hermana gemela de Regan, que tuviese la misma cara, la misma voz, que fuese igual hasta en la manera de poner los puntos sobre las íes, no me equivocaría; en un segundo sabría que no es ella. ¡Lo sabría! Lo sabría en mis entrañas; por eso le digo que sé que ¡eso que hay en la «planta alta» no es mi hija! ¡Lo sé! ¡Lo sé!
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Irracionalmente, dolía. Por fin vino el sueño a fluir en el vacío, llenando los huecos y rasgaduras de su corazón
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Yo soy Damien Karras - dijo el sacerdote- ¿ Quién eres tú? --- El demonio |
¿Conoce las reglas del exorcismo, Damien?
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Deslizándose como una araña, rápidamente, detrás y cerca de Sharon, con su cuerpo estirado en un arco para atrás y la cabeza casi tocando los pies, estaba Regan, sacando y entrando la lengua mientras siseaba sibilante igual que una víbora.
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Damien, ahí radica la posesión; no tanto en las guerras, como algunos quieren creer; y muy pocas veces en intervenciones extraordinarias como ésta... la de esta niña... esta pobre criatura. No, yo lo veo mucho más a menudo en cosas pequeñas, Damien; en los mezquinos o absurdos rencores, en las equivocaciones, en la palabra cruel e insidiosa que las lenguas desatadas lanzan entre amigos.
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Es un cuerpo creado a partir de la unión de distintas partes de cadáveres diseccionados, escrito por Mary Shelley a partir del reto literario de Lord Byron.