Los seis de Atlas

El problema con el conocimiento es el hambre insaciable, señorita Rhodes. Cuanto más tienes, menos crees que sabes. Por ello los hombre suelen perder la cordura en su búsqueda.

No hay destino más definitivo que la venganza. La confianza, una vez muerta, no se puede resucitar.

Muchas personas pensaban de forma errónea que el tiempo era una pendiente estable, un arco moderado de crecimiento y progreso, pero cuando son los vencedores los que escriben la historia, la narrativa puede tergiversar esa forma. En realidad, el tiempo tal y como lo vivimos está lleno de fluctuaciones, es circular y no directo. Las modas y los estigmas sociales cambian, y el conocimiento no siempre avanza hacia adelante. La magia no es distinta.

Aquí nadie es bueno. El conocimiento es muerte. No puedes conseguirlo sin sacrificio.

Cuidado con el hombre que te enfrenta desarmado

No soy bueno. Nadie aquí es bueno. El conocimiento es una carnicería. No puedes tenerlo sin sacrificio.

El mundo era principalmente entropía y caos; la magia, entonces, era orden, porque era control.

El problema con el conocimiento es su deseo inagotable. Cuanto más tienes, menos sientes que sabes.

Cuidado con el hombre que te enfrenta desarmado.
Si a sus ojos no eres el objetivo, entonces puedes estar seguro de que eres el arma.

No había nada más peligroso que una mujer consciente de su valor.