Uno puede creer en milagros aunque no los vea. Pero no puedes dejar de creer en lo que sí viste.
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Uno puede creer en milagros aunque no los vea. Pero no puedes dejar de creer en lo que sí viste.
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—Nadie puede vivir, de todos modos —repliqué—. Es apenas un intento.
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Es posible que un hombre no encuentre la felicidad aunque ponga toda su voluntad en ello; pero no hay quien pueda detenerlo cuando va en busca de su destrucción.
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Lo pensé tantas veces, y de tantas maneras distintas, que ya no me acuerdo de ninguna.
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Un hombre que se aburre de una mujer busca a otra mujer, nunca a un hombre. Buscas a un hombre cuando las mujeres te asustan o te fascinan al punto de no poder poseerlas, pero no cuando te aburren.
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Los que nos hacen daño no merecen que nos preguntemos por qué lo han hecho.
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—Te amo —dijo. —Esa es mi única porción de buena suerte en este mundo —respondí. |
No estamos capacitados para jugar con el tiempo. ¡Pero cómo juega el tiempo con nosotros!
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Cuando no puedo hacer nada por alguien, procuro al menos no molestar.
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...como dos amigos que se aman, como un matrimonio que se desea, como dos amantes que no han podido hacer el amor. Nos dimos un beso en la mejilla.
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Gregorio Samsa es un ...