Ha sido un enganche total. No podía dejar de leer. La forma de escribir de la autora, es tan sencilla, que la lectura se hace muy amena. La historia. Vamos al lío. Está narrada a dos voces, las de nuestros protas, Ella y Zack. La relación entre Zack y Ella, empieza, siendo un poco bochornosa. La forma en la que se conocen, es un poco, Tierra trágame. Ella, adolescente mestiza (americana y venezolana). No tiene filtro, es dura, no necesita a nadie. Criada en Chicago, de repente debe mudarse a Laguna Beach. Donde todas son Barbies. Desde el principio siente que no encaja, y no le dejan encajar. Y no quiere estar ahí. Su vida desde el primer día, se basa en una mentira. Zack, californiano de pura cepa. Tiene un gran secreto con el que carga, y que hace que su carácter sea variable. Es el vecino de Ella y se convierte en su mejor amigo. Desde el principio, conectan. Ella dice todo lo que piensa y él la protege y le ayuda a integrarse. Y claro, tanto tiempo juntos, pues pasa lo que pasa. Ver cómo se va formando la relación, cómo cambian de amigos a pareja, me gustó mucho. Las situaciones que viven a lo largo de su historia, pasa por momentos muy dramáticos, y momentos muy divertidos. Sobre todo desde que son pareja, ya que deben llevarlo en secreto, por culpa de la madrastra de Zack, Judith, y de su exnovia, Shelby. A estas dos, las vais a adorar. A parte, como siempre, tenemos un gran abanico de secundarios. Pero a mí, quién me robó el corazón, fue Matt. El mejor amigo de Zack, el próximo Chris Hemsworth. Él nos dará la mayoría de los grandes momentos divertidos. Una historia de amistad, amor, problemas familiares, discriminación y hasta una pequeña parte de intriga. Una lectura amena, sencilla, divertida. Ideal para el verano. + Leer más |