Una historia en la que Adriana necesita encontrarse a sí misma y tomar ciertas decisiones. Para ello realizará el Camino de Santiago, que le ayudará a centrar su mente. Además, encontraremos a dos hombres totalmente distintos, Salva que le traerá pasión y Blas que es todo calma. Es el segundo libro que leo de la autora y le doy la enhorabuena porque he notado una evolución muy grande en su pluma. La historia es totalmente adictiva, llena de giros, situaciones muy divertidas (sobre todo de parte de Ito), con momentos de sufrimiento, pero también muy tiernos. Toda una montaña rusa de sentimientos que hacen una historia preciosa y completa. Adriana es una chica bastante impulsiva, además con mucho carácter. Me ha encantado su trabajo como tanatopractora, es muy original en una novela romántica. La evolución de ella es muy buena a lo largo de la historia y luchará para conseguir el amor. No soy muy fan de los triángulos amorosos, pero está muy bien llevado y además las personalidades de los protagonistas masculinos son muy reales, es más fácil sentirnos identificadas. La música es una parte muy importante de la historia y la autora sabe cómo incluirla en momentos decisivos de la trama. Es una de las protagonistas de la trama. La ambientación también es genial, nos lleva por varios sitios a lo largo del camino, pero también a ciudades importantes del sur de España. Una historia romántica con un bonito mensaje final. Nos habla de decisiones, mentiras, celos, despedidas, esfuerzo, diversión, viaje, sueños y sobre todo amor. + Leer más |