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Crítica de Celia_0504


Celia_0504
09 August 2022
La cuenta atrás para finiquitar el Grishaverse empieza con este libro, y tengo que reconocer que me da cierta pena terminar con esta serie. La trilogía original de “Sombra y Hueso” fue entretenida, pero tampoco pasara a la historia como uno de mis libros preferidos. Pero la bilogía de “Seis de Cuervos” me encanto y me lo pase pipa (y sufrí mucho también) durante su lectura, es una de mis lecturas preferidas de lo que va de año. Por eso mis ganas de leer los dos libros de la saga “ El Rey Marcado” son bastante considerables, y mis expectativas también son considerablemente altas.

Tras la guerra civil que asoló el país, Ravka empieza a recuperarse lentamente bajo el reinado de Nikolai Lanstov. Pero la paz es muy frágil y pronto todo amenaza con volar por los aires. Los países fronterizos tienen a Ravka en el punto de mira, y todo parece indicar que la guerra está a punto de estallar. Todo esto coincide con el despertar de un demonio proveniente del pasado del rey que amenaza con desequilibrar el frágil poder que ha conseguido. Y todo esto mientras que en la nación se empieza a adorar a un nuevo santo. Para intentar recuperar el control, Nikolai, junto a su general, la hermosa y dura Zoya Nazyalensky, deberá emprender un viaje que les pondra frente a su pasado y sus mayores miedos, en un lugar donde los limites entre religión, mito y ciencia se desdibujan. Paralelamente a esto, la Grisha Nina Zenik se encuentra infiltrada en Fjerda. En un lugar apartado del país, la joven y sus acompañantes harán un terrible descubrimiento, que les dejara claro hasta que punto esta dispuesto a llegar Fjerda en sus ansias de poder y de acabar con los Grisha.

¿Y qué puedo decir? Me ha gustado lo que leído en este volumen. Ha sido una lectura ligera, que me ha tenido entretenida prácticamente desde la primera página y quien me ha mantenido en vilo hasta que lo he cerrado. Que es justo lo que esperaba de un libro de Leigh Bardrugo. No me ha emocionado tanto como hace poco más de un mes lo hizo “Seis de Cuervos” y , sobre todo, su continuación, “Reino de Ladrones”. Pero tengo que decir que esa bilogía me conquisto totalmente en su segundo tomo, así que no pierdo la esperanza, hasta que no cierre definitivamente “Ley de Lobos” puede pasar de todo.

Si hay algo que me ha gustado especialmente es que la trama de “El Rey Marcado” es ver como Bardrugo ha combinado los núcleos centrales de las tramas de las sagas previas del grishaverse. Ahí se nota que estos dos libros son (por lo que tengo entendido se supone) los dos últimos ubicados en este mundo. El uso de la Jurda Parem para controlar a los grisha y aumentar sus poderes a costa de su voluntad y vida y los experimentos científicos para crear soldados que puedan combatir a los grisha por parte de otras naciones, se dan de la mano con la historia y la mitología religiosa de Ravka. Los santos y las leyendas generadas entorno a ellos ganaran, en esta ocasión, una importancia enorme.

Hay dos subtramas principales a lo largo de la novela: por un lado todo lo que pasa en Ravka, contado desde los puntos de vista de Nikolai y Zoya; y por otro todo lo que vive Nina en Fjerda.Creo que unas de las cosas más interesantes de este libro es como se maneja las disputas entre ciencia y religión, la forma en que vemos como el país de Ravka a modernizarse y aparecen nuevos métodos para la guerra. Esto es una constante a lo largo de todo el volumen junto a los conflictos políticos que empiezan a estallar a lo largo de este. Todo esto en conjunto crea una historia en la cual no paran de pasar cosas y en la que todo va complicándose más y más a medida que la narración va desarrollándose. El ritmo es muy ágil y todo está perfectamente medido, de forma que todo encaja a la perfección como las piezas de un puzzle, pero de una forma muy orgánica que hace que te creas fácilmente todo lo que ocurre y que nada resulte especialmente artificial o impostado, algo que puede resultar inevitable en estas novelas tan enfocadas a lo fantástico y la acción. Ya lo señale en las reseñas de la bilogía de “Seis de Cuervos”, pero si hay algo que agradezco mucho es haber comprobado como libro a libro Leigh Bardrugo ha ido mejorando como escritora en todos los sentidos. Se traduce en crear argumentos más complejos y maduros, y en personajes con claroscuros y muy bien perfilados.

Al igual que me paso con “Reino de Ladrones” (que de momento es, sin ninguna duda, mi entrega favorita del grishaverse) si hay algo que me ha enamorado de Bardrugo como escritora es su manera se trabajar los personajes. No es solo que resulten muy creíbles y que todos tengan personalidades muy individualizadas y muy bien construidas. Es el sentido de coralidad que tiene toda la historia. Todos los personajes que aparecen en ella tienen su momento de gloria dentro de la misma y juegan, en algún momento, un papel muy destacado dentro de las diferentes subtramas que conforman el libro. Bardrugo recupera personajes que han aparecido a lo largo de toda la historia y a muchos de ellos los revaloriza y les saca todo el partido que no pudo o no supo sacarles en las entregas anteriores. A estos les acompañan nuevos personajes que revitalizan mucho la trama y que no son menos importantes que los viejos conocidos. Aunque, como es evidente, ente todos ellos la palma se la llevan los tres protagonistas principales, que hacen las veces de narradores de dichas subtramas.

Si hay algo que siempre critique de la trilogía original fueron sus personajes poco interesantes. Con la excepción de Nikolai, ese príncipe, pirata, general, constructor y diplomático nato, tan carismático y lleno de aristas y claroscuros. Era un personaje que pedia a gritos protagonizar su propia historia. Y el punto en el que empieza “El Rey Marcado” no puede ser más interesante para este personaje. Tras todo lo acontecido en la guerra civil y todo lo que tuvo que pasar en dicho conflicto, Nikolai debe guiar a Ravka hacia la paz. Su día a día está lleno de retos y cosas por hacer, mientras trata de asegurar su posición en el trono y sobrellevar las cicatrices que la guerra dejo en él. Las cosas han empezado a cambiar en su patria y para los grisha. Son cambios que ya se habían mencionado en libros anteriores pero en los que se profundizan en esta ocasión. Todo parece ir por el buen camino… Si Nikolai logra superar las consecuencias que la guerra dejó en él y que en este libro empieza ahondar de una forma dramática y potencialmente peligrosa para él y todos en su alrededor. Me ha resultado muy interesante ver las cosas desde el punto de vista de Nikolai, saber cómo detrás de toda su armadura de carisma, astucia descaro y diplomacia se esconde una persona con más miedos y debilidades y las que pueden aparecer a simple vista. Con él nada es lo que parece a simple vista, eso es algo que ya sabíamos de los libros anteriores. Pero en esta novela podemos ver hasta que punto llega la complejidad de Nikolai, las luces y sombras que alberga dentro de si, los malabares que tiene que hacer entre sus propios traumas y su papel como gobernante, siempre dispuesto ha hacer lo mejor para Ravka.

De todas formas, aunque el personaje de Nicolai me parece muy interesante y que está muy bien llevado, creo que las otras dos damas que actúan como una más en esta novela se lo comen con patatas fritas en no pocas ocasiones. El personaje de Zoya me pareció el más infrausado de toda la trilogía de “Sombra y Hueso”. Y su aportación en “El Rey Marcado” me lo confirma totalmente. Zoya es un personaje de carácter difícil y que no admite errores y debilidades por parte de nadie, y mucho menos de ella misma. Aparentemente es muy segura de si misma, implacable y dura, una mujer fuerte y capaz, a la que le gusta el poder, y que está dispuesta a hacer cualquier cosa por Ravka. Y eso incluye mantener a Nikolai en el trono, pues cree que es lo mejor para el país. Pero bajó toda esa fachada de seguridad y fortaleza se esconde una mujer mucho más frágil de lo que pueda parecer a simple vista, marcada por las pérdidas que sufrió en el pasado, obsesionada por su errores y debilidades, y por el deseo de proteger a todo el mundo a su alrededor. El que no lo demuestre, no significa que esos miedos inseguridades no haga mella en ella. Es un personaje con cuya evolución he disfrutado a lo largo del libro y que creo que ha tenido la relevancia que se merecía en la primera trilogía.

Me ha gustado la manera en que Bardrugo ha llevado la relación entre Nikolai y Zoya. No es exactamente un “friends to lovers”, y creo que por eso es muy interesante. Nikolai y Zoya son rey y comandante, lo que les ha llevado a tener una relación que trasciende lo netamente protocolario o laboral . Se admiran y se respetan, forman un tándem perfecto en lo concerniente al trabajo… y a la vez comparten un secreto. Todo eso les une mucho, y les hace forjar una relación especial, hace que su compenetración termine por ser también personal. Algo que me ha gustado de “El Rey Marcado” es que no es una historia de amor propiamente dicha, sino de inicio de romance y de una atracción basada en la complicidad y la confianza que surge entre dos personas aparentemente seguras, pero más frágiles de lo que aparentan. Que el romance se vaya forjando a fuego lento y a su ritmo, que no sea instantáneo, y que se cimiente en el respeto y el compañerismo me parece muy refrescante respecto a otras historias románticas de libros del genero fantástico y juvenil. Y eso salva, en cierto modo, uno de los grandes problemas que he tenido en este libro: a veces los dos se me han hecho muy repetitivos y cansinos, hubo momentos en que me aburrieron al incidir una y otra vez en sus miedos y debilidades , en lo complejo de su pasado y su presente.

Y para acabar, tenemos a Nina, un personaje que desde que apareció por primera vez en el grishaverse si que tuvo un excelente desarrollo, gracia a que tenia capítulos contados desde su punto de vista en la saga de “Seis de Cuervos”. Me ha gustado volver a encontrarme con una de mis cuervos favoritos, de ver como va superando todo lo que paso y sufrió en esos libros, y de comprobar que es un personaje aún en constante evolución. Su viaje emocional me pareció muy bien llevado en la biología anterior y en este ha seguido siendo así. Con Zoya y Nikolai había mucho margen para la evolución, con Nina parecía que todo el pescado estaba vendido, pero aún así el personaje sigue haciéndolo. Gracias, en parte, a la aparición de un nuevo personaje que en el siguiente libro dará tanto juego como en este y que le da ayuda a reactivar a Nina. Y a que esta se tope de frente con una de las tramas más duras y crueles de todas las que hemos visto en la serie. Y no exagero. Con todo esto, la pobre no puede tener ni un minuto de paz. Pero a la vez, gracias a eso nos regala los mejores momentos de la novela.

Aunque, a grandes rasgos, el libro me haya dejado buen sabor de boca, tengo que decir que también he notado cierto agotamiento en lo que es el grishaverse. Las partes sobre lo que pasa en Ravka se me hicieron un tanto pesadas, sobre todo al principio. Es cierto que la autora se toma su tiempo para explicar como ha cambiado el país y se ha estructurado el ejercito bajo el mandato de Nikolai, y el que se tome tiempo para dejar claro esos cambios creo que es importante para que el lector no se sienta deshubicado. Pero al mismo tiempo era inevitable que la lectura se vuelva más lenta por ello, y que hasta casi la mitad de la novela no despegase, cuando todos los elementos relacionados con las conspiraciones políticas empiezan a ponerse en marcha. Pero en esa trama (a diferencia de la de Nina, en la que no paran de suceder cosas a muy buen ritmo) ha habido varios momentos en los que me parecía que no pasaba nada, y que me sobraban hasta páginas. Y eso tiene su precio en lo que dije antes sobre los personajes de Nikolai y Zoya.

No se si es por todo el hype que tengo aún con “Seis de Cuervos”, pero me da la impresión de que Bardrugo disfruta más con argumentos sobre disputas políticas y misiones imposibles y planes descabellados y retorcidos, en los que hay muchos personajes que deben trabajar con la rigurosidad del mecanismo de un reloj para que todo salga bien. Cuando trata historias sobre criaturas místicas y más centradas en lo puramente mágico, no puede evitar caer en lo más tópico del género, sus tramas no resultan tan impactantes y diferentes. Además de todo esto, no podemos olvidar que estamos ya en el sexto libro de toda una saga sobre un universo concreto. Y eso se nota y tiene su peso. Algunas de las cosas que sucedían y de las relaciones entre los personajes me parecían de lo más previsibles, y creo que eso le ha quitado un tanto de gracia y de interés a la lectura. El final, deja con ganas de más, si. Pero por lo corto que se queda a grandes rasgos, se nota demasiado que va a haber continuación y que ahí va a pasar todo lo realmente impactante de esta saga.

De todas maneras insisto: el libro se lee muy bien, y entretiene y engancha mucho. Deja muchos frentes abiertos que prometen un final de infarto y lleno de acción, sacrificios y reencuentros. Ahora estoy con su desenlace “Ley de Lobos” y no puedo parar de leer.





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