Todo acaba en Marcela

Sergio Barce es licenciado en Derecho y desde su etapa en la universidad, se vinculó a grupos de narrativa que, finalmente, pasaron a agruparse en el Taller dirigido por el dramaturgo Miguel Romero Esteo. También colabora en revistas culturales y literarias tanto de España como de Marruecos. Dentro de su producción literaria podemos decir que ha publicado libros de relatos en solitario y también colaborando con otros escritores de manera colectiva. Por lo que respecta a novelas, es autor de “Sombras en sepia” que fue galardonada con el Primer Premio de Novela Tres Culturas de Murcia; “Una sirena se ahogó en Larache” con la que fue finalista del Premio de la Crítica de Novela de Andalucía 2012 y “La emperatriz de Tánger” novela finalista tanto del Premio Vargas Llosa 2012, como del Premio de la Crítica de Novela de Andalucía 2016.

“Todo acaba en Marcela” comienza con una escena dura donde Marcela Vidal es brutalmente asesinada a martillazos en su propio domicilio por Teo el Bizco. Marcela Vidal mantuvo hace cuatro años una relación sentimental con Teo el Bizco que solamente duró siete meses y, actualmente, estaba prometida y se iba a casar próximamente con Ivan Sotogrande, Inspector de policía. Por raro que parezca y, a pesar del título de la novela, esta será la única escena del libro en la que intervendrá Marcela pero el lector podrá comprobar como Marcela es el personaje en torno al cual gira la novela, con lo que su imagen, su recuerdo, su pérdida provoca los movimientos de todos y cada uno de los personajes.

A pesar del tiempo transcurrido, Teo vive obsesionado con Marcela Vidal a la cual martiriza y acobarda cuando se emborracha, lo que hará que Marcela, a pesar de tener una nueva relación, siga sintiendo el yugo opresor que aún sigue ejerciendo sobre ella Teo el Bizco. Teodoro Aguilar Castro, Teo el Bizco, no es bizco sino que tiene el ojo izquierdo levemente desviado pero bizquea cuando se pone nervioso. Teo el Bizco regenta un taller de reparación de coches que heredó de su padre y en el cual trabaja desde los doce años. Es el único taller que ha resistido a todas las crisis habidas y por haber.

Un día como otro cualquiera, estando trabajando en la reparación de un vehículo, el ayudante que tiene en el taller apodado Kasparov, le informa a Teo que Marcela se va a casar próximamente con su novio actual, el inspector de policía Iván Sotogrande. Fruto de la obsesión de padece por Marcela, Teo el Bizco no se lo piensa ni dos segundos y se marcha embalado hasta el domicilio de Marcela donde brutalmente le da muerte a martillazos.

Por si no ha quedado claro que Teo el Bizco es un tipo violento, agresivo y sin escrúpulos, en el pasado, Teo, no solo figuraba en la lista de chivatos de la policía, sino que se dedicaba a pegar palizas y a mutilar en su taller a las personas que le encargaba la propia policía para luego proporcionarles la información relevante obtenida. Lógicamente, de estas barbaridades Teo también sacaba un rédito y beneficio propio. Teo es un tipo acostumbrado a manejarse en la maldad y la violencia, en la mentira y el desprecio.

A pesar de la violencia empleada por Teo el Bizco y de los gritos de dolor y auxilio de Marcela, los vecinos, presos del miedo, no alertan a la policía por lo que no será hasta el regreso de Iván Sotogrante de Granada cuando la policía descubrirá sin vida el cuerpo destrozado de Marcela, siendo el principal sospecho de este crimen Teodoro Aguilar Castro, el cual, ya les llevaba casi un día de ventaja en su huida.

Será a partir de ese momento cuando todo el mundo querrá encontrar a Teo el Bizco por muy diversos motivos. La trama de la novela irá siguiendo los pasos que irán dando cada uno de los personajes pasando de unos a otros, con lo que el lector se mantiene en vilo siguiendo desde múltiples puntos de vista el avance de la historia. En estas distintas tramas tendremos:

María Toledano y Pancho Mora, compañeros de Iván Sotogrande que tratarán por todos los medios de llevar a cabo una investigación policial siguiendo los cauces legales a fin de poder detener a Teo el Bizco y evitar así que su compañero Iván cometa una locura.

Ignacio Niebla y Abelardo Montero, dos policías corruptos a los que ayudaba Teo con la información que le sacaba a sus víctimas, los cuales intentarán localizar a Teo para cerrarle la boca y hacerse con todas las pruebas incriminatorias que éste pudiera guardar.

Kasparov y su novia Tani, a la que unos rusos que también buscan a Teo el Bizco le han pegado una paliza de muerte sin saber por qué.

“Todo acaba en Marcela” es una novela cargada de violencia de la que son víctimas, principalmente, las mujeres: Marcela, Tani y Qodsya, actual novia de Teo.

Acorde a este contenido, Sergio Barce emplea en esta novela un lenguaje duro, agresivo y ofensivo propio de un ambiente en el que se entremezclan los bajos fondos malagueños, las mafias rusas y los trapicheos con drogas y extorsiones.

“Todo acaba en Marcela” es una novela que va directa al grano sin perderse en descripciones inocuas donde destacan los personajes por encima de la trama para llegar a un final que, a pesar de ser el deseado y esperado, no deja de sorprender y cerrar perfectamente la novela.

Esperamos que os guste tanto como a nosotros. Gracias a masa crítica de Babelio por la oportunidad de la lectura.
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Novela negra, dura y violenta. Hay un asesinato (o más) y, sobre todo, más allá de policías corruptos, mafias, agendas y fotos comprometidas, hay una dura crítica a la violencia de género.

Marcela muere en manos de su ex, un peligroso quinqui. Su pareja actual, que lleva placa y pistola, hará lo imposible para vengar su muerte.

Es un libro rápido, con ritmo, pocos personajes y donde todo transcurre en poco más de una semana. Algo más de lo que me ha durado a mí en las manos.